La toma de terrenos fiscales en Santa Rosa no se detiene. En la noche de este miércoles 24 tomaron dos cuadras municipales, en Stieben y 1° de Mayo, a metros del Megaestadio y del predio del ex Molino Werner. Es la quinta toma de terrenos en la capital, en medio del reclamo por faltas de viviendas sociales.
Fiscal advierte que podría llamar a indagatoria por la «usurpación» en la toma en Villa Uhalde
Un total de 9 familias reclaman ese sector del barrio El Molino, donde funcionó la Escuela 92 -ya demolida-. Precisamente hoy el concejal radical en Cambiemos, Miguel Bravo, propuso que el municipio venda ese sector para atender la demanda de tierras a precio social de las familias que están desesperadas por el déficit habitacional de la ciudad. El edil lo había presentado antes del receso invernal, cuando no se habían desencadenado las tomas en diferentes puntos de Santa Rosa.
«Somos por el momento nueve familias, que no tenemos casa», dijo a Diario Textual un vecino, Daniel. «Tengo dos nenas y vivo en la casa de mis padres, acá nomás», sostuvo.
Los vecinos, a las 19.30 horas, quemaron los pastizales del lugar y colocaron alambres. Policías concurrieron al lugar para identificar a los ocupantes. «De acá no nos movemos», dijo Daniel.
Paralelamente, el fiscal Facundo Bon Derham pidió las actuaciones policiales por la toma de un terreno baldío de la municipal en el barrio de Villa Uhalde, al lado del cementerio de Santa Rosa, y advirtió que podría llamar a declarar a los acusados del delito de usurpación. Se trata de un pequeño terreno, que ocuparon cuatro familias, ubicado en Tomás Mason y Discepolo.
A su vez, unas 150 familias se ubicaron en el asentamiento Nuevo Salitral –al lado de la laguna Don Tomás, al noroeste- y otras 150 en el asentamiento Micaela García -contiguo al barrio Santa María de la Pampa, al noreste-. También unas diez familias tomaron terrenos -aunque sin instalarse- en Italia y Farinatti, en Villa Germinal.
La respuesta oficial, hasta el momento, ha sido mínima: solo relevamientos. Y, según contaron algunos vecinos, se han realizado ofrecimientos de subsidios para que se retiren.
Las historias de estas familias son similares: están golpeados por la crisis económica y se encuentran desocupados y haciendo changas; viven hacinados en casas de familiares; se encuentran alquilando o directamente ya han sido echados o no pueden afrontar el pago de los alquileres.
Dan otro dato: no quieren que les regalen las tierras. Pretenden una cuota accesible por esos terrenos.