María, una perra doga y blanca como los guardapolvos blancos, se fue de la escuela que era su hogar. Se fue porque se la llevaron. “Ella nunca se hubiese ido ni hubiese subido a un auto o camioneta, alguien la cargó”, contó a InfoHuella Ángel Carrizo, director de la Escuela.
Con 111 habitantes, Loventuel es la localidad más pequeña del Departamento Loventué, donde comienza el oeste pampeano. Allí se levanta la Escuela Hogar N° 56, lindante al casco urbano. Tiene todas las características de ser una escuela rural y, tanto es así, que desde hace unos días, la tristeza no anduvo con vueltas y llegó para quedarse en los minutos donde se iza la bandera, en las aulas, y en cada campanazo para salir al recreo.
María cumple sus tres años este 15 de septiembre. Ángel la trajo cuando tenía tres meses y se crió en la escuela, junto a los alumnos y a toda la comunidad educativa.
“Acá la quería todo el mundo. María era algo más que una mascota. Era una perra que acompañaba a los alumnos externos cuando se iban a su casa, a las maestras, al personal que trabaja aquí. Con los internos era su compañía, era mansa y muy querida”, sostiene Ángel.
El miércoles, María no apareció por ningún lado. La escuela toda la busca. Inundaron las redes sociales con sus fotos. «En esas imágenes se puede ver a María posar mansa y tranquila, haciéndose querer, recibiendo mimos de los niños, de los alumnos que, como si fuesen parte de la canción del pampeano Alberto Cortéz, se mimetizan con el viejo Pablo, a quién un perro callejero rescataba de su soledad», describió Cristian Acuña, de InfoHuella.