En medio de la expansión de Uber, el Senado de California se encamina aprobar una ley que obliga a la empresa de viajes compartidos a contratar a los choferes como empleados y esa medida podría impactar en el resto del mundo. La novedad fue festejada por un funcionario de La Pampa: Marcelo Pedehontaá, subsecretario de Trabajo. «Tan errados no estamos…», escribió por las redes sociales, al recordar que hace un año salió con los tapones de punta en contra de la posibilidad de que estas aplicaciones desembarquen en La Pampa.
La iniciativa, en California, obliga a modificar el estatus de sus conductores desde “contratistas independientes” a “empleados de tiempo completo”. Esta recategorización, le dará a los trabajadores más beneficios: un sueldo mínimo, el pago de horas extra y seguro de desempleo.
Esta normativa podría modificar la economía colaborativa y replicarse en las grandes ciudades, donde se utiliza esta aplicación pese a la resistencia de las autoridades y los gremios.
En la actualidad, la empresa opera en 785 ciudades de 70 países y 150 desarrollaron legislaciones específicas para el “transporte a través de plataformas digitales”. En las otras, la compañía está conflicto con las autoridades.
En Argentina, Uber comenzó a funcionar en 2016 en la ciudad de Buenos Aires y desde el Gobierno porteño denunciaron su ilegalidad para operar como servicios de transporte de pasajeros.
Sólo en Mendoza está regulada ya que esa provincia modificó la Ley de Movilidad para reconocer el transporte entre privados a través de plataformas digitales.
Esta semana, la empresa comenzó a funcionar en la ciudad de Córdoba, donde los taxistas y remiseros declararon un paro por tiempo indeterminado. El intendente Ramón Mestre advirtió que la operación es ilegal y que no sólo acudirá a la Justicia sino que también secuestrarán los autos.
En esa provincia meditarránea, igual, no le han dicho que no a estas aplicaciones: Cabify, la llamada «Uber buena», acordó con el Gobierno y ya su app funciona con taxis y remises habilitados a circular.
Los defensores de Uber explican que este tipo de contratación (sin beneficios laborales) permite flexibilidad, pero sus detractores dicen que priva a los trabajadores de estabilidad y seguridad.
En 2018, el diputado Espartaco Marín (PJ) dijo que era necesario regular la actividad. Pero desde su propio Gobierno, con Pedehontaá a la cabeza, lo cruzaron y desautorizaron. «El Gobierno no está generando ningún instrumento normativo para habilitar Uuber», dijo en su momento. “Esta es la posición del Gobierno provincial, que hoy considera que no es conveniente generar una actividad que va a romper la ecuación y los niveles de prioridad que tenemos con el sector de transporte público de taxis. Un nicho que genere el no pago de algunos tributos, que sí tiene el de al lado, genera una competencia desleal”, afirmó. «Mi intención, desde la Subsecretaría de Trabajo, es generar acuerdos tripartitos con diversos sectores productivos para avanzar en problemáticas que nos permitan enfrentar un tiempo que se viene y que no va a ser fácil en Argentina”.
¿Cuánto tiempo tardará Uber u otras aplicaciones similares en desembarcar en nuestra provincia? Parece ser cuestión de tiempo: por el momento, están concentradas en los grandes centros urbanos -como Buenos Aires, Mendoza y Córdoba-.