El gobernador mendocino Alfredo Cornejo desoyó el pedido del Comité Interprovincial del Río Colorado (Coirco), que reclamó un nuevo estudio de impacto ambiental y una audiencia pública nacional, y en la mañana de este viernes firmó un decreto que aprueba los pliegos del llamado a licitación para construir la represa hidroeléctrica Portezuelo del Viento. Ya al mediodía, en un acto en la ciudad de Malargüe, hizo el anuncio y faltó a la verdad. «Esta obra tiene seguridad jurídica porque tiene el apoyo de las otras provincias», expresó, llamativamente,pese a que ayer las restantes provincias de la cuenca, que integran el Coirco, reclamaron otro estudio de impacto ambiental.
«El proyecto de Portezuelo se forjó hace 70 años. Y vino nuestro equipo a ponerlo en marcha, cuando con el entonces gobernador Julio Cobos, hace unos 12 o 13 años, lo pusimos en agenda nacional», sostuvo. «Luego de 70 años de espera, se licita la mayor obra de ingeniería de la historia de Mendoza. Generará más de 11.000 puestos de trabajo y producirá energía para 130.000 usuarios», agregó.
Dijo que hay «seguridad jurídica» y «seguridad financiera» en esta iniciativa. «Hay seguridad jurídica, porque tenemos la aprobación de otras provincias y porque los estudios de impacto ambiental lo dejamos aprobado en diversas instancias. Incluso en un amparo en la Corte Suprema», sostuvo. «Y con seguridad financiera, porque hemos 1028 millones de dólares que están en la cuenta de Mendoza, en un bono», lanzó.
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La obra tendrá un costo de 1.023 millones de dólares. Mendoza y Nación pretenden realizar la obra de Portezuelo sobre el río Grande, tributario del Colorado.
Ya está el financiamiento, en Letras del Tesoro Nacional, según lo estableció un reciente decreto de Mauricio Macri.
Ese dinero estará destinado a la construcción de una represa de 185 metros de alto, de las más altas del planeta, más una central hidroeléctrica con capacidad para abastecer a 130.000 usuarios. También está prevista la nueva traza de las ruta nacional 145 y la de la provincial 226 (que quedarán bajo el agua), la relocalización del pueblo de Las Loicas y también la línea eléctrica que conducirá la energía desde la presa hasta Malargüe.
La obra de Portezuelo es resistida por el Gobierno pampeano y por ONG’s ambientalistas de casi toda la cuenca: podría afectar la cantidad y calidad de agua del río Colorado.
Esta etapa no contempla aún el trasvase de agua desde el río Grande al Atuel, aunque ese es el objetivo principal del Estado mendocino. La Pampa también se niega al trasvase.
«Nuestro pueblo mendocino -dijo Cornejo- necesita ampliar su capacidad económica, solo venceremos los flagelos de la pobreza y la falta de progreso creciendo nuestra economía, incrementando nuestra riqueza con un Estado eficaz. La única forma de hacerla crecer es con obras, optimizando nuestra agua, industrializando nuestra agricultura, desarrollando toda nuestra potencialidad en el petróleo, en la minería legal en todo nuestro universo económico.
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