Algo más de 7,3 millones de bolivianos están convocados para elegir este domingo presidente, vicepresidente y legisladores, en unas elecciones en las que Evo Morales busca un cuarto mandato consecutivo, con una candidatura cuestionada por haber desestimado el resultado de una consulta popular que le negó la posibilidad de ser reelecto.
La contienda electoral que cuenta con nueve fórmulas es la más reñida desde que el candidato por el Movimiento Al Socialismo (MAS) llegó a la presidencia en 2006, con el expresidente Carlos Mesa, de la alianza Comunidad Ciudadana (CC) como el opositor mejor situado según las últimas encuestas para forzar una segunda vuelta en las que, según las proyecciones, el oficialismo no tiene asegurada la victoria.
Según el sondeo de CiesMori publicado el domingo pasado, último día para hacerlos públicos, Morales está primero con un 36,2% y Mesa segundo con 26,9%.
De confirmarse estos resultados, los bolivianos deberán votar de nuevo en un balotaje presidencial ya que Morales no alcanza el 50% de los votos ni un 40% con una diferencia de 10 puntos porcentuales con Mesa.
Si se concreta una segunda vuelta, que se celebraría el próximo 15 de diciembre, los bolivianos ejercerían ese derecho por primera vez desde la aprobación de la nueva Constitución, en 2009.
Morales, que ganó las elecciones de 2005 con un 54%, triunfo que repitió de manera abrumadora en 2009 con un 64%, y en 2014 con el 61%, no tiene asegurada la victoria en estos comicios.
Además de la fórmula de presidente y vicepresidente para el período 2020-2025, también se definirá la composición del próximo congreso.