Por Matías Sapegno
Nadia Lucero tiene 22 años y dos hijos de 2 y 5 años.
Trabaja en una rotisería en la que también se fabrican pastas, en la avenida Luro. Antes trabajó limpiando casas y cuidando a adultxs mayores.
Se crió en el barrio Zona Oeste Quintas de Santa Rosa, fue a la escuela 105 (cerca del hospital Lucio Molas) y la secundaria –que no terminó- la hizo en el Ciudad.
Le gusta el cuarteto.
Desde hace un mes y medio convivía con Laureano González en una casa del barrio Escondido.
Sus hermanas le veían quemaduras y moretones, que Nadia decía que se había hecho trabajando.
Los domingos toda la familia se junta en lo de Jorge, el papá de Nadia.
Nadia tiene dos hermanas y dos hermanos.
Sus hermanas dicen que Laureano la iba a buscar todos los días al trabajo, y que en el último tiempo ella se había aislado de familiares y amigas.
A Nadia la gusta cocinar tortas y a veces vende algunas.
Para este verano sueña con ir con sus hijitos a Monte Hermoso.
Nadia sigue en estado crítico y sus familiares se manifestaron en el Centro Judicial
