Productores rurales están en alerta. En una asamblea, que se desarrolló entre las 10.20 y las 13.20 de este viernes en la Asociación Agrícola Ganadera de La Pampa, elaboraron un petitorio que luego entregaron al Gobierno provincial: pidieron la derogación de la disposición que prohíbe la comercialización de agroquímicos porque, sostuvieron, es «generalizado» el ataque de isocas y chinches a los cultivos, principalmente en el noreste pampeano. El subsecretario de Ambiente de La Pampa, Fabián Tittarelli, los recibió y les dijo el lunes 10 podrían levantar la prohibición de comercialización de agroquímicos. Lo harán, avisó, si la Fundación Campo Limpio -que integran 92 empresas productoras de fitosanitarios- termina de construir dos de los tres centros de acopios de bidones.
La prohibición de comercialización de agroquímicos rige desde el miércoles 29 de enero. Sin embargo, si el productor compra el producto en provincias vecinas, puede introducirlo -exhibiendo la documentación correspondiente- y aplicarlo en la provincia. La prohibición fue dispuesta por la Subsecretaría de Ambiente porque la Fundación Campo Limpio no cumplió con la ley que establecía que debía construir centros acopiadores de bidones en La Pampa. Eran tres: en Barón, Alta Italia y Macachín. Los dos primeros ahora serían concluidos en las próximas horas.
La asamblea fue muy concurrida: unos 200 dirigentes de diversas asociaciones agrícolas de casi toda La Pampa. Principalmente de Quemú, de donde llegaron 100. Ya a las 12.16 horas, una comisión concurrió a una reunión con el subsecretario de Ambiente, Fabián Titarelli. Allí le entregaron el petitorio.
La comisión fue acompañada por los 200 productores que caminaron desde la sede de la Agrícola, en la Spinetto y Duval, hasta Ambiente, en Luro y O´Higgins.
Titarelli: «La manifestación la tendrían que haber realizado en Campo Limpio»
Ese punto estuvo discutido: hubo quienes pedían que solo fuera un grupo reducido, en tanto que la mayoría pretendía acompañarlos. Incluso hubo quienes propusieron un camionetazo, como Ulises Forte y su hijo Sebastián, de Pico, más algunos ruralistas de Quemú. «Los ‘urbanos’ no nos quieren. Se habla de glifosato y nos culpan a nosotros. Si hacemos un camionetazo, creo que sería contraproducente», llegó a plantear Jorge Arocena, de Pico. Finalmente ganó una moción intermedia: acompañar, pero caminando hasta Ambiente.
Fabián Tittarelli les recordó que la fundación se había comprometido a terminar esta semana dos de los centros de acopio, en Alta Italia y Barón. «Si terminan, este viernes vamos y certificamos. Y ya el lunes levantamos la prohibición», dijo. «No nos pone para nada contento esta disposición, pero no nos quedaba otro camino», insistió.
Víctor Tapié, presidente de la Agrícola, dijo que fue «nefasta» la decisión de prohibir la comercialización por parte del Gobierno, pero también le apuntó a los industriales por no hacer los centros de acopios de bidones. «Hubo negligencia por parte de Campo Limpio», sostuvo. «La Asociación Agrícola Ganadera de La Pampa ve con desagrado la medida adoptada ya que atenta directamente a la producción agropecuaria y a toda su cadena», expresó.
Federico Cobreros, de Quemú, dijo que no es fácil comprar en otra provincia. «Los productores tienen líneas de créditos en sus pueblos, por eso la compra en otra provincia puede ser una solución para algunos, pero no para todos», dijo. «También nos preocupa la nueva ley (de Control Integral de Plaguicidas). Más que nada por las distancias establecidas para las aplicaciones en los alrededores de los pueblos», expresó.
Néstor Soria, de Castex, reclamó participación en la discusión de la nueva ley, que se encuentra en la Legislatura. «No queremos una parodia de debate», sostuvo.
Jorge Arocena, de Pico, sostuvo que se «debe cuidar la salud» de los pobladores, pero expresó que la medida de prohibición de la comercialización fue apresurada.
Sebastián Forte, de Pico, consideró que el Gobierno y Campo limpio fueron los «culpables» de esta situación. «Por acción u omisión. ¿Cómo es posible que el Gobierno no fue controlando si la fundación iba o no haciendo los centros de acopios? Nosotros no estamos en contra del cuidado del medio ambiente… Lo sabemos todos… Pero así no se puede producir».
Ulises Forte, de Pico, también se quejó por la medida. «Y no ha hablado el ministro de la Producción (Ricardo Moralejo) ni el gobernador (Sergio Ziliotto, NdeR: en realidad, ya se expresó). Si no hablan, es porque nos están cagando. Si Campo Limpio, por desidia, no hizo lo que tenía que hacer, no es nuestra responsabilidad», expresó el también presidente del Instituto de Promoción de la Carne Vacuna Argentina (Ipcva).
Juan Conchez, de Intendente Alvear, se lamentó la situación. «La isoca está comiendo…, no nos espera..», dijo.
Pedro González Gomila, de Santa Rosa, dijo que hay un «grave error porque la prohibición perjudica a los productores» rurales. «Titarelli, un fanático del ambientalismo, se equivocó«, agregó. «Debería haber multado a las empresas».