La familia de Nadia Lucero, la joven santarroseña de 22 años que casi fue asesinada por su entonces novio Laureano González, no baja los brazos. «Esperamos que la pena sea ejemplar, porque esta mujer merece vivir tranquila, sin miedo de volver a salir a la calle y ser feliz con sus hijos», dijo Luján, la hermana de Nadia.
«Hace un tiempo leí un comentario de alguien que decía que no olvidarla es hacer justicia. Y a esa frase quiero seguir repitiéndola hasta el cansancio para que no se olviden al momento de juzgarlo de todo lo que padeció y sigue sufriendo ella», sostuvo. «No le bajen la condena porque Nadia está viva, que no quede en un intento de femicidio porque si hoy ella está con nosotros es gracias a un milagro y por eso no logro su objetivo este asesino».
Nadia fue torturada y golpeada por su novio Laureano González. El ataque sucedió en una vivienda de la calle San Francisco de Asís al 300, en el barrio Escondido (Santa Rosa), el domingo 15 de diciembre de 2019. Hacía un mes que se habían ido a vivir allí, juntos.
Nadia, madre de dos niños de 2 y 5 años de otra relación, trabajaba en una rotisería. Ese domingo a la madrugada, comenzaron los golpes y cortes por diferentes partes del cuerpo.
La tortura, que la dejó desvanecida, se extendió durante unas 20 horas, hasta que Laureano González decidió llevarla, inconsciente, al Hospital Molas. La joven tenía ya 100 cortes, principalmente en sus piernas.
González ingresó con la joven, la dejó en la Guardia del Molas y se retiró en su auto. Dos días después, fue detenido: estaba escondido en la casa de dos amigos.
El agresor permanece detenido. Será juzgado del delito de intento de femicidio. Le espera una dura condena.