Luego de estar casi 24 años preso, Fabián Tablado, el hombre que mató a su novia Carolina Aló de 113 puñaladas en mayo de 1996 en una vivienda de la localidad bonaerense de Tigre, recuperó hoy la libertad. «Estoy arrepentido. Les pido perdón. Voy a tratar de hacer lo mejor posible», dijo al salir del penal.
«Siempre me pregunté por qué la maté. No encuentro respuesta. No sé qué decir», agregó el protagonista de uno de los casos policiales más resonantes de la historia criminal argentina. Al ser preguntado sobre sus hijas, respondió: «Las amo mucho y son mi vida».
Vestido con un buzo gris, con una mochila al hombro, acompañado de dos efectivos del Servicio Penitenciario en el trayecto hacia la calle, sin familiares que lo fueran a buscar, Fabián Tablado abandonó este mediodía la Unidad Nº21 de Campana.
«Voy a tratar de hacer lo mejor posible», respondió al ser consultado sobre cómo será su nueva etapa. «Soy muy consciente de lo que pasó. No hay un día en que no piense en pedir perdón», remarcó, al referirse al femicidio de la joven Carolina Aló. Y añadió: «Salgo con una mente distinta, ya no soy la misma persona. No soy lo que hice en el pasado. Estudié Derecho. Quiero salir, reflexionar bien».
Habla Fabián Tablado, tras su liberación:
💬 «Por supuesto, estoy arrepentido»
💬 «Siempre me pregunto por qué la maté»
💬 «Todos los días les pido perdón» pic.twitter.com/arjiX39qPP— C5N (@C5N) February 28, 2020
El crimen de Carolina Aló ocurrió el 27 de mayo de 1996 en la casa de la familia Tablado, ubicada en Albarellos 348 de Tigre.
Aló, de 17 años, estaba de novia con Tablado, por entonces de 20 años, e iban juntos a la nocturna de la Escuela 1 Marcos Sastre de Tigre.
Aquel día, alrededor de las 22, la pareja dio distintas excusas en el colegio, logró salir antes del horario de salida y fueron juntos a la casa de Tablado, donde no estaba su familia.
Allí, de acuerdo a lo que declaró luego el femicida, tuvieron relaciones sexuales y luego se inició una discusión por celos que derivó en el homicidio.
De acuerdo a lo que se pudo reconstruir, Tablado persiguió a Carolina por varios ambientes de la casa -escaleras, cocina y garaje- y la mató de 113 puñaladas aplicadas con cuatro armas blancas halladas en la escena: una cuchilla de cocina, dos cuchillos de mesa Tramontina y un formón de carpintería.
Tablado escapó, le confesó lo sucedido a un amigo y se fue a esconder debajo del puente de la calle Tedín, en Tigre, a unas 20 cuadras del lugar del crimen y seis de la escuela, donde, unas horas más tarde, la policía lo detuvo.