Tanto en el oficialismo como en la oposición hay verdes y celestes. Este lunes, apenas un día después de que el presidente Alberto Fernández anunciara que enviará un proyecto para legalizar el aborto, salieron a cruzarlo. Y como se esperaba, el principal crítico fue el presidente del bloque oficialista en el Senado, José Mayans, quien ya en 2018 tuvo un protagonismo central cuando se rechazó en la Cámara Alta la iniciativa. «Si se aprueba el proyecto de ley de legalización del aborto el Estado está autorizando a matar a una persona”, dijo Mayans.
El senador del Frente de Todos, un formoseño que fue elegido para ese cargo por la vicepresidenta Cristina Kirchner, destacó en diálogo con la FM Futurock que el aborto es un tema “muy profundo” y que, más allá de su postura, el bloque que preside “respetará la decisión de cada senador y diputado”.
“Yo voy a votar a favor de la vida”, dijo el legislador, quien sostuvo que en caso de aprobarse el proyecto que anunció el Presidente “se va a violar la Constitución” ya que “matar a una persona es un crimen”.
En ese sentido, señaló que “está prohibido tomar una vida por sí a un ser que se está gestando” y afirmó que con la iniciativa que presentará el Poder Ejecutivo al Congreso “se está autorizando matar a una persona”.
Ante una consulta sobre si estaba comparando el aborto con la pena de muerte, el senador nacional sostuvo que “si el Estado está autorizando a matar a una persona, obviamente”.
“Hay que trabajar en las prioridades en la salud pública para atender las prioridades: acá nadie tiene que morirse, ni la mujer ni el niño”, agregó.
Según anunció Alberto Fernández, el proyecto del Poder Ejecutivo sobre la legalización del aborto será acompañado de otro proyecto de ley que establecerá la asistencia del Estado a mujeres embarazadas en situación de vulnerabilidad, conocido como el Plan de los 1.000 Días, para garantizar la atención y el cuidado integral de la vida y de la salud de la mujer embarazada y de sus hijos o hijas en los primeros años de vida.
Mayans afirmó que su postura respecto al aborto “sigue siendo la misma” que la que tenía en 2018, cuando el Senado debatió el texto que finalmente fue rechazado por la Cámara alta.