El ministro de Ambiente y Desarrollo Sostenible, Juan Cabandié, dio un fuerte gesto a La Pampa: visitó el cauce seco del río Atuel, en el Puente de los Vinchuqueros, dijo que los pampeanos tienen derecho al agua y reclamó diálogo a Mendoza. «Me provocó tristeza caminar por el cauce seco», expresó.
«Recorrimos el cauce seco del río Atuel y en estos tiempos atravesados por el cambio climático, creemos que el camino es la fraternidad y el diálogo, en el marco del federalismo y la equidad», dijo. «Desde el Ministerio de Ambiente de la Nación, nos comprometemos a visibilizar esta problemática y ser parte de una conversación necesaria, que priorice el derecho al agua».
El funcionario nacional recorrió el río junto al gobernador Sergio Ziliotto. Estuvo acompañado por los intendentes Marta Beatriz Paturlanne (Santa Isabel) y Oscar Gatica (Algarrobo del Águila), ministros, secretarios, diputados y dirigentes de organizaciones ambientales y de comunidades ranqueles. También estuvieron los intendentes Abel Avendaño (25 de Mayo) y Saúl Echeveste (Telén), entre otros jefes comunales.
Cabandié llegó por la mañana de este martes a La Pampa. Primero se reunió en Casa de Gobierno con el gobernador y el intendente santarroseño Luciano di Nápoli. Ya al mediodía, voló a Santa Isabel.
La visita del ministro es un fuerte espaldarazo al reclamo pampeano, que aguarda una definición de la Corte Suprema de Justicia de la Nación sobre el caudal que requiere el oeste pampeano.
“Acá hay una cuestión como es la biodiversidad que es lo que se debe poner como primer elemento de análisis”, sostuvo Cabandié.
El funcionario nacional hizo especial mención al cambio climático que atraviesa al planeta. “Eso nos llevará en los próximos años a ver ríos cada vez más secos, lluvias cada vez más pronunciadas. Habrá eventos climáticos que van a alterar la vida de las personas, en el mundo va a ser así y la única salida posible es la fraternidad entre los pueblos entre los ciudadanos, entre los vecinos”, dijo.
«Visibilizando las problemáticas de los ríos Atuel y Colorado, estamos dando el mensaje que tenemos que sentarnos a conversar y a dialogar entre todos, siendo justos y partiendo de los principios de equidad de protección de la biodiversidad con los que estamos interiorizados y comprometidos”, expresó.
“Tenemos fallos y tenemos normativas, solo hay que poner voluntad y la Nación se compromete a ser parte de las discusiones en el marco del federalismo, la equidad y el derecho al agua que está establecido constitucionalmente”, precisó.
Mendoza viene cortando el río Atuel desde hace unos 73 años. En 1947, con la construcción de la primera represa del Sistema Nihuiles se cortó el caudal del río. Utiliza el agua como fuente de energía eléctrica, consumo humano y para el regadío, especialmente, de viñedos.

Los intendentes de Santa Isabel y Algarrobo, junto a Ziliotto y Cabandié, en el cauce seco (foto gentileza de Santiago Requejo, para Diario Textual).
Solo larga agua a La Pampa cuando hay excedentes. No ocurre seguido: entre 1947 y 1970 no llegó ni una gota de agua. Y desde diciembre de 2019 a la fecha, tampoco ingresa agua al oeste pampeano.
En La Pampa, a raíz de ese corte, se desertificaron 1,5 millones de hectáreas y centenares de personas tuvieron que migrar a otros lugares.

En diciembre de 2017, la Corte ratificó que el río es interprovincial. Aún sigue cortado (foto gentileza de Santiago Requejo, para Diario Textual).
La Corte Suprema de Justicia falló en 1987 que el río Atuel era interjuridiccional, es decir, perteneciente a ambas provincias. Además, dijo que Mendoza tenía derecho a regar hasta 75.771 hectáreas.
La Pampa volvió a la Corte hace una década y pudo demostrar, a partir de la nueva jurisprudencia ambiental, que el tema del Atuel no es cosa juzgada. Fue una bofetada para la provincia vecina.

En la recorrida, estuvieron los intendentes Marta Beatriz Paturlanne (Santa Isabel) y Oscar Gatica (Algarrobo del Aguila), ministros, secretarios, diputados y dirigentes de organizaciones ambientales y de comunidades ranqueles (foto gentileza de Santiago Requejo).
Casa de Gobierno sostuvo, en su demanda, que la provincia cuyana incumplía la obligación de negociar y celebrar de buena fe los convenios para regular los usos del río y solicitó que se declare la presencia de daño ambiental, como consecuencia de los incumplimientos señalados y se ordene su cese y la recomposición del ambiente. Sostuvo, además, que debía fijarse un caudal de agua mínimo a ingresar al territorio pampeano, teniendo en cuenta el derecho humano al agua, al crecimiento armónico y equilibrado entre las provincias.
Adempas, pidió que se le ordene a Mendoza la realización de las obras necesarias para optimizar la utilización del recurso agua en su sistema de riego y se la condene a indemnizar los perjuicios sufridos con motivo de los incumplimientos.

Cabandié dio un fuerte gesto a La Pampa: visitó el cauce seco del río Atuel, en el Puente de los Vinchuqueros (foto gentileza de Santiago Requejo, para Diario Textual).
Así, en diciembre de 2017, la Corte ratificó que el río es interprovincial y ordenó sentarse a negociar. Sin embargo, ambas provincias no lograron acordar. ¿Qué propuso Mendoza? Hacer 23 perforaciones para destinar a su propio riego para, de esa manera, “liberar” 1 m3/seg para La Pampa. Sin embargo está lejos de la pretensión de nuestra provincia que reclama al menos 4,5 m3/seg. Ahora es la CSJN la que debe definir el caudal. Por ahora el cauce sigue seco.
El corte ha generado millones de dólares en pérdidas. El Gobierno pampeano estimó que Mendoza estaba provocando, a fines de 2011 y principios de 2012, al menos una pérdida económica de 100 millones de pesos -unos 22,5 millones de dólares, a valores de esa época- por el corte del Atuel. Si el caudal fuera relativamente bueno, la pérdida treparía a 570 millones -125 millones de dólares-.
Los valores fueron establecidos en el Estudio para la Cuantificación Económica elaborado por la Universidad Nacional de La Pampa (UNLPam) en el año 2012.