El futbolista Sebastián Merlo, con pasado en los “verdes” de Intendente Alvear y Ferro de General Pico, no deja de maravillarse con el comportamiento de la sociedad vietnamita. Es que en aquel país lejano, muy lejano, ya se levantaron las medidas de aislamiento, luego de contar con apenas 288 casos de Covid-19, sin muertos, y ya 25 días sin nuevos contagios comunitarios.
“La cuarentena se levantó hace 15 días. Y ya nos avisaron oficialmente que en dos semanas arrancamos de vuelta a jugar. Hace 10 días que esto es una locura, todo el mundo va y viene. Te diría que la gente ya se olvidó del coronavirus. Eso es hermoso”, dijo Sebastián Merlo al diario Página/12.
Y relató que ya los niños volvieron al colegio y dejaron de tomar la temperatura en los shoppings. “Encima Nam Dinh, la ciudad donde vivo, es pequeña: acá hay 400 mil habitantes y los bichos raros somos mi señora y yo, la mayoría son vietnamitas”, aclaró.
“Cuando se habló de cuarentena se trataba de una cuarentena social. No querían congregaciones de más de 20 personas. Acá, por ejemplo, una persona se infectó, fue a hospital, y cuando dio positivo, cerraron el barrio donde vivía, con 11 mil personas, y testeaban una a una cada día”, ejemplificó el futbolista, nacido en la provincia de Córdoba, para ejemplificar el modelo vietnamita.
También dijo que en la cuarentena cerraron hoteles, restaurantes, karaokes, bares y suspendieron eventos deportivos y musicales. “Además, acá la gente usa el barbijo como parte de su vida normal. No se lo pusieron ahora, se usa de toda la vida, fue algo con lo que no hubo que renegar. Al virus, siempre lo fueron corriendo y ganando”, destacó.
-¿Creés que la manera de ser vietnamita ayudó a conseguir estos resultados?
–Ellos vienen siempre de golpes duros, como la guerra o enfermedades que han tenido que atravesar en estos años. Se preparan, obedecen a rajatabla, tiran todos para el mismo lado. No se escapan ni juntan si recomiendan no hacerlo. Es para darles un abrazo y decirles: ustedes son geniales. Eso hace más fácil las cosas, sobre todo sabiendo que son 96 millones de habitantes. ‘Esto va a ser un loquero’, pensé al principio. Con esa población tan grande, en la frontera con China… Pero no, porque las medidas fueron súper estrictas y ellos súper responsables.
Merlo lleva 11 años recorriendo las canchas de Vietnam y está casado con la pampeana Carolina Andrada, oriunda de Bernardo Larroudé. Tienen dos hijos Blas, de tres años, y Cala, de 11. Los cuatro forman parte de los 10,4 millones de nuevos habitantes que el país tiene desde 2009, cuando Sebastián Merlo decidió llevar sus goles en el fútbol vietnamita, luego de su recorrido triunfal en la Liga Pampeana de Fútbol.
Después de una década en el Da Nang, donde se ganó el corazón de los hinchas con más de 160 goles, cuatro títulos y varios galardones como botín de oro y mejor extranjero, este año el oriundo de la localidad cordobesa de Jovita se mudó al Nam Dinh. Llegó a principios de año, solo, tras sus vacaciones en Argentina, para firmar el contrato y ultimar detalles de su pase. Faltaban casi dos meses para que la Organización Mundial de la Salud reconociera al coronavirus como una pandemia y en Vietnam, sin embargo, ya empezaban a restringir los vuelos.
“Creo que, en un 90 por ciento, lo que se logró fue gracias a la población. La infraestructura sanitaria acá no es la mejor, en los hospitales hay mucho descontrol, y sin esa colaboración de la gente no se hubiera podido lograr esta salida increíble. Quizás estaríamos como en Indonesia, que tampoco son tan fuertes y la están pasando mal. Aquí lo han hecho genial, se esmeraron muchísimo”, agregó el delantero.
Merlo dice que la vida volvió a ser “como era antes” y casi que puede darse ese lujo: según cifras oficiales, la república socialista no tuvo que lamentar, hasta ahora, ninguna muerte a causa del coronavirus desde que el 23 de enero reportaran su primer caso. Aunque sólo quedan en la nación 39 personas infectadas, según el informe oficial de este domingo, nadie suelta las riendas: más de 11 mil están bajo monitoreo, por haber tenido contacto cercano con los infectados o haber ingresado desde zonas afectadas por Covid-19.
El atacante, que marcó dos goles en las dos fechas de fútbol antes de la suspensión, se sonríe al recordar que incluso salieron desde Vietnam aviones con personal sanitario para ayudar a un país europeo. “El pobre está ayudando al rico”, traduce el cordobés, mientras lee el título de un diario local que cuenta la noticia. “Muchas veces le digo a mi familia que Vietnam es un ejemplo -dice Merlo-. La gente se ayuda mutuamente. Acá no se diferencia al pobre del rico. Y en la vida cotidiana, seguir al vietnamita lleva a grandes cosas. Incluso a nosotros los extranjeros nos han ayudado, dictando normas para no discriminar a los extranjeros en este contexto. En muchos aspectos de la vida, en distintos sentidos, son el gran ejemplo a seguir. Con pocas cosas han logrado tanto… Y creo que también es fruto de la enseñanza de los años feos de la guerra, aprendizaje que pasa de generación en generación y que le inculcan a los más jóvenes para que todos estén juntos en momentos así”.