Hace pocos días el Ministerio de Salud de Nación presentó un borrador muy avanzado para hacer una nueva reglamentación de la Ley 27350, llamada Ley de Cannabis Medicinal. La comunidad cannábica en general ha festejado el anuncio: regula el autocultivo, amplía el uso medicinal, promociona la generación de mayor conocimiento científico, y garantiza el acceso gratuito a pacientes que no tengan obra social o prepaga.
Ayelén Vitale es militante cannábica. “Es una noticia buenísima, la esperábamos pero no tan rápido”, dijo entrevistada por Radio Textual (FM Sonar).
Se trata de un derecho que creó la Ley de Cannabis Medicinal pero que fue negado por la reglamentación vigente que redactó el Gobierno de Mauricio Macri. Eso obligó a usuarios, usuarias y familias a mantenerse en la clandestinidad.
Vitale resaltó en particular la reglamentación del artículo 8 de la norma sancionada en marzo de 2017. ¿Por qué se peleó por este artículo? “Porque es central”, sostuvo. El nuevo texto contempla las formas más comunes del cultivo medicinal: el autocultivo personal, el cultivo solidario para terceros y el cultivo agrupado. Además incluye el cultivo para investigación científica.
Si es finalmente aprobada, se creará en el ámbito del Ministerio de Salud el registro nacional voluntario para la inscripción de los pacientes y familiares de pacientes que sean usuarios de aceite de cáñamo y otros derivados. La reglamentación del gobierno de Cambiemos (septiembre de 2017) impedía avanzar en este registro, en el cultivo, y limitaba el uso a pacientes con epilepsia refractaria. “La ley estaba pero si tenías epilepsia refractaria tenías que importar el aceite de una empresa de Estado Unidos, a precio dólar; por eso el artículo 8 que habla de autocultivo es tan importante”, insistió la entrevistada.
La reglamentación del artículo 3 amplía el uso de marihuana con autorización médica para otras patologías. Si bien no hay un listado puntual, Vitale remarcó la “evidencia científica favorable para el uso de cannabis en patologías que generen dolor; para enfermedades autoinmunes como artritis, artrosis, esclerosis múltiples, fibromialgias; para problemas metabólicos como diabetes, obesidad; para lo vinculado a psiquiatría como esquizofrenia, bipolaridad, estrés, ansiedad; la verdad es que una planta muy buena, muy noble que sirve para innumerables tratamientos”.
Universidades
Otro elemento clave es la incorporación de las universidades para garantizar la calidad del aceite cannábico destinado al uso humano. En la reglamentación previa la exclusividad para investigar era del INTA y el Conicet pero ahora se valoriza la incorporación de las universidades para generar conocimiento. Se prevé además la participación de las universidades a través de sus programas de extensión vinculados a la problemática cannábica.
-¿El macrismo reglamentó así por desconocimiento o a propósito?
-La Ley fue hecha en su momento para importar el aceite “Charlotte” y le garantizaba económicamente (un negocio) a ese laboratorio de Estados Unidos, porque después una persona que sufría dolores, y quería tratarse con marihuana (en Argentina) no podía acceder. Mientras tanto la gente se moría de dolor esperando a acceder a algo de calidad, a un costo más accesible.
Militancia
Ayelén Vitale es estudiante avanzada de la UNLPam (le restan unas pocas materias para obtener el título de bióloga), integra el consejo asesor de la Cátedra Libre sobre Cannabis y preside el CEICann (Centro de Estudios interdisciplinarios del cannabis). Junto a Daniel Oliveto hacen el programa de radio “Efecto séquito” (FM Sonar) que, desde hace varias temporadas, viene difundiendo información precisa y veraz sobre el cannabis y peleando para desmontar prejuicios y correr fantasmas. “Militamos ambos, desde hace varios años, para derribar al prohibicionismo y exaltar el conocimiento científico alrededor del tema”, resumió.
El ministro Ginés González García y la secretaria de Acceso a la Salud, Carla Vizzotti, presentaron el nuevo texto al Consejo Consultivo Honorario que integran representantes de la Anmat; el INTA; el Instituto Nacional de Semillas (Inase); el Conicet; el Consejo Interuniversitario; la Agencia Nacional de Laboratorios Públicos, y seis organizaciones civiles: Mamá Cultiva Argentina, Ciencia Sativa Bariloche, Cannabis Medicinal Río Negro, Centro de Estudios de la Cultura Cannábica (Cecca) y Cannabis Medicinal Argentina (Camedá).
Murió hace pocos días «Charlotte» Figi
Charlotte es el nombre de la niña que inspiró la creación del aceite de cannabis medicinal para el tratamiento de convulsiones. Tenía 13 años. Murió en los primeros días de abril de este año, por el coronavirus. Fue su mamá, Page Figi, la que comunicó la noticia en una red social.
En los días previos, Paige había publicado sobre una enfermedad que afectó a su familia, incluida Charlotte. «La mayoría se recuperó bien después de un mes de virus pero nuestra pequeña Charlotte no. Tuvo un par de días en los que parecía dar vuelta la página pero luego decayó. Usamos todos nuestros trucos los últimos días, pero nada funcionó”, agregó.
Charlotte tenía el síndrome de Dravet, una forma rara y debilitante de epilepsia que se manifestó por primera vez cuando tenía tres meses. La niña comenzó a sufrir convulsiones para las cuales resultaron ineficaces los tratamientos farmacéuticos. Después de escuchar sobre la experiencia de una familia en California que trató las convulsiones de sus hijos con aceite hecho de cannabis, Paige Figi comenzó a investigar esa posibilidad y se conectó con un elaborador de marihuana medicinal de Colorado Springs llamado Joel Stanley, quien, junto con sus hermanos, había ayudado a desarrollar una cepa de cannabis rica en cannabidiol, o CBD, un compuesto no psicoactivo.
Gracias a este producto, las convulsiones de Charlotte se redujeron tan drásticamente que sus padres decidieron dejar de lado las drogas farmacéuticas antiepilépticas. Con el tiempo, Charlotte pudo caminar, jugar y alimentarse normalmente; y los hermanos Stanley llamaron a su producto CBD Charlotte’s Web en homenaje a la niña cuyo caso comenzaba a aparecer en la literatura académica.