En las principales jugueterías de Santa Rosa y General Pico hubo largas colas durante la mañana y la tarde-noche de este sábado, a horas de los festejos por el ahora llamado Día de las Infancias.
Pero a no confundirse: las largas colas se debieron, en gran parte, a los protocolos sanitarios para prevenir el coronavirus.
Hace un año, los locales estuvieron repletos. Este año, no tanto. Aunque no se quejaron: en un contexto de pandemia y otros locales que han tenido que cerrar, las ventas fueron calificadas, en líneas generales, como buenas.
En Muñozlandia -en calle 20 al 600, de Pico- a las 19 horas de este sábado los y las empleadas no dan abasto. “Hay mucha gente. No podemos hacer aún una evaluación. Tal vez fueron ventas iguales a las del año pasado”, dijo María, una empleada, a Diario Textual.
En Mundo Franco -Urquiza al 100, de Santa Rosa- también hubo colas todo el día. Pero las ventas habrían sido, en principio, menores a las del año pasado. “Bajaron las ventas. Tuvimos la desgracia de tener que cerrar antes del Día del Niño”, contó Jimena, la encargada.
En Bebelandia -en Escalante y Mitre, en Santa Rosa- se mostraron felices. “Siempre vendemos bien. En los últimos días ha habido colas”, dice Mabel Fernández, su dueña. “No sé si fue mejor que el año pasado, pero en el contexto de pandemia y que pudimos abrir, estamos contentos. Además, el 31 de octubre cumplimos 30 años”, se entusiasma. “La respuesta de esta semana es buenísima, pese a que tuvimos que cerrar y recién pudimos reabrir hace una semana”, agrega.
Da otro dato. “En este feriado largo, la gente no ha podido salir e irse a otro lado. Creo que nos ayudó eso también”, cuenta.
¿Tuvieron suficiente stock? “Vendimos todo lo que nos pudieron entregar. La mercadería que viene de provincia de Buenos Aires estuvo muy limitada”, dice.