El arbolado sigue siendo, entre otras, una de las principales deudas que desde hace años arrastra Santa Rosa en materia de medio ambiente. Por eso la municipalidad, entendiendo la necesidad, pondrá en marcha la plantación de mil árboles en uno de los nuevos barrios populares, el ARA San Juan, levantado en el extremo sudeste del radio urbano. Pero el déficit es común a toda la capital pampeana, al punto que el centro es uno de los lugares con menos plantas. Especialistas aseguran que la gestión municipal carece hace años de una estructura en Espacios Verdes que le permita ejecutar un plan a largo plazo que modifique este panorama.
Carlos Zoratti, integrante de la Agrupación en Defensa del Arbolado Urbano Santa Rosa, consideró como un gran desafío para todo el equipo municipal la intervención en el barrio ARA San Juan, un sitio que presenta sectores con lomas de tosca que obligan a efectuar tareas específicas. Detalló que su organización colaborará en el plantado de fresnos, acers, moras híbridas y, posiblemente, algunas catalpas.
Consultado, el especialista explicó que el problema de la falta de plantas es heterogéneo. Aseguró que uno de los inconvenientes es la “falta de estructura” dado que la comuna carece de equipamiento y recurso humano, algo que no se obtiene de un día pata el otro. Asimismo, confesó que nunca hubo un “plan coherente” que pudiera aprovechar la experiencia de calle Yrigoyen, en el tramo comprendido entre 25 de Mayo y Avellaneda, que tiene un diseño que “no generó conflicto” con el área comercial. “Cuenta con árboles de una altura diferente y están ubicados a una distancia superior entre sí. Aquello, ejecutado durante una de las gestiones comunales de Oscar Mario Jorge, generó un arbolado adecuado para una zona de comercio”, aseguró el ingeniero agrónomo, que lamentó que el proyecto no se haya propagado al resto del centro. “No ves un criterio que se aplique”, sintetizó.
Los negociantes de la zona, en su mayoría inquilinos, privilegian la vista de sus vidrieras en detrimento de las plantas, que brillan por su ausencia en cuadras enteras en algunos casos. “Vendedores que fueron intimados a poner árboles lo hicieron pero en los mismos hoyos. Es decir, no pusieron menos árboles de mayor desarrollo para que brinden servicios ambientales o filtración de polvo sin desarrollar una densidad alta”.
El dirigente comentó que la relación de los frentistas con los árboles suele ser “conflictiva” por el efecto de raíces en temas cloacales o el citado de las vidrieras, entre otros. “Pero si en el siglo XXI no lo podemos resolver estamos mal. No podés poner un árbol grande a poquitos metros de otro porque estás generando las condiciones para que interfieran. La recomendación es un árbol por frente, ubicado estratégicamente”, propuso Zoratti, en diálogo con Diario Textual.
A todo esto, existen casos en Santa Rosa de vecinos que colocaron un jacarandá en su vereda, que es un árbol bellísimo para parques pero que con los años se lo padece en una vereda estrecha. “Es como pretender meter un elefante en una jaulita”, comparó el profesional, quien indicó que la ciudad no está preparada para un buen arbolado.
“Hay que apostar a la racionalidad, como muchas ciudades del país lo hicieron”, afirmó. “Todo tiene que estar pensado de una manera más integral, no sólo debemos mirar dónde colocamos una planta, sino también el poste de una luminaria y hasta el tendido eléctrico. Falta planificación urbana para saber dónde va cada cosa y no repetir viejos errores”, finalizó.