Una familia de Arata vivió unas horas de angustia y dolor: les dijeron que el abuelo de 83 años, que se encontraba internado en un centro sanitario de Ramos Mejía (Buenos Aires), había fallecido, pero cuando fueron a la morgue se encontraron con otro cadáver. Finalmente el hombre fue encontrado en una guardia, en relativo buen estado de salud.
“Todavía me tiembla el cuerpo, No puedo creer la semejante noticia que recibí hace un rato por teléfono. Mi abuelo Gregorio está vivo”, contó Deisy Ana Gutiérrez, en un posteo de Facebook.
El abuelo es de Isidro Casanova, partido de La Matanza, en Buenos Aires. Desde un hospital de Ramos Mejía, el domingo les informaron que había muerto. El padre de Deisy viajó desde La Pampa el lunes y, junto a una hermana, pidieron ver el cuerpo. Luego de insistir, lo dejaron ingresar a la morgue.
“Lo lloramos por dos días horribles”, contó. “Después de toda la burocracia de mierda de este país y la negligencia médica espantosa que existe, ayer a la noche le permitieron reconocer el cuerpo y cuando abrieron la bolsa no era mi abuelo”, dijo.
“Realmente terrible lo que hicieron y como juegan con la gente… Estos días fueron terribles para mi abuela, papá y tía… Después de exigir que se lo muestren porque tampoco querían mostrarle donde estaba le dijeron que estaba vivo y lo encontraron en una sala común, bastante bien de salud”, dijo.
“Lo importante es que está bien y vivo…Pero te quedan miles de preguntas y momentos horribles que nos hicieron pasar a toda la familia. Pero sobre todo lo que no sale de mi cabeza es pensar qué pasaba si mi papá no iba a reconocerlo y le entregaban las cenizas de alguien que no era su padre. Una verdadera locura. Una noticia con final feliz”, concluyó.
