La violencia en la marcha nacional de este sábado dejó el saldo de al menos dos fallecidos y más de 90 heridos en Lima, luego de una fuerte represión policial con perdigones y gases lacrimógenos.
El presidente Manuel Merino, por el momento, no ha dado señales de que aceptaría renunciar.
La muerte de dos manifestantes produjo la noche de este sábado una avalancha de renuncias en el gabinete ministerial. Trece de los 18 ministros se desligaron de sus cargos tras la represión policial, que hasta el momento cobró la vida de dos jóvenes, según medios oficiales.
El diario El Comercio publicó la ficha hospitalaria que confirma el deceso, la cual indica que la víctima, Jack Bryan Pintado Sánchez, de 24 años, sufrió un traumatismo encéfalocraneano por el impacto de un proyectil de un arma de fuego. El documento señala que el paciente llegó sin vida al centro de salud. Poco después, Essalud hizo público el fallecimiento a través de un comunicado
Horas después se confirmó el segundo deceso de un hombre de 24 años identificado como Inti Sotelo Camargo, de 22 años, quien llegó con una herida grave en el tórax al Hospital Grau. Según declaraciones del padre y el hermano de la víctima a los medios locales, el joven habría llegado sin vida al centro médico.
Essalud confirmó el deceso a través de un comunicado. “Paciente varón de 24 años identificado como Inti Sotelo Camargo ingresó por heridas de armas de fuego (PAF) en el tórax a la altura del corazón fue ingresado por ley de emergencia y atendido por el personal de guardia, quienes se encargaron de notificar que llegó cadáver”, indicaba el pronunciamiento.
El servicio de Salud reportó a las 5 de la mañana (10 GMT) reportó 93 heridos en Lima, de los cuales más de 60 debieron ser hospitalizados.
Un grupo de manifestantes y agentes de la Policía Nacional del Perú (PNP) se enfrentaron esta noche en medio de la segunda marcha nacional en contra de la presidencia de Manuel Merino. Los ciudadanos pretendían llegar hasta el Congreso de la nación pero fueron interceptados por un gran número de funcionarios policiales, quienes habían cercado la zona. Varios medios locales han reportado abusos por parte de las fuerzas de seguridad.
Ante esta situación la policía hizo uso de bombas lacrimógenas para dispersar a los jóvenes, algunos de los cales intentaba instar a la calma para evitar más enfrentamientos y continuar con la marcha. Los agentes policiales han formado una línea a lo largo de toda la avenida Abancay, en Lima, para evitar que los manifestantes crucen. Sin embargo, el uso de las bombas, entre otros objetos como cohetes continúan de las fuerzas del estado, las cuales son devueltas por los manifestantes.
La organización Amnistía Internacional indicó que ha confirmado las evidencias que muestran el uso excesivo e innecesario de la fuerza por parte de la Policía Nacional.
Personal de auxilio también llegó al lugar para atender a los ciudadanos afectados por los gases lacrimógenos. En tanto, un representante de la Defensoría del Pueblo, Percy Castillo, indicó que este enfrentamiento ha dejado al menos una joven herida, quien fue atendida por personal médico. Ante esto, el funcionario ha demando no hacer uso de estas bombas lacrimógenas.
“(Nuestro personal) ha reportado lanzamiento de gas lacrimógeno lo que ha ocasionado que una joven termine herida, pero continúa el uso de gas lacrimógeno y uso de perdigones que estamos verificando. Nuestro personal también ha resultado afectado por el gas, si no ha habido motivación, no hay ninguna justificación del gas lacrimógeno. Es una demanda de la defensoría”, declaró el oficial.
Los miembros de la sociedad civil aseguran que el número de heridos es superior al que dicen los cuerpos policiales.
Entre tanto, el diario El Comercio de Perú, ha denunciado cuatro casos de personas que estuvieron en la marcha del pasado jueves 12 de noviembre, que recibieron en sus cuerpos impactos de esferas de vidrio (canicas) como si se tratasen de balas. La División de Investigación de Homicidios de la Dirincri investiga estos hechos. Uno de ellos está relacionado al fotógrafo Alonso Chero, de El Comercio, quien fue herido con este proyectil mientras realizaba su trabajo cubriendo en la Av. Abancay la manifestación en contra de Manuel Merino.
Disparar canicas como proyectiles es algo no permitido por la PNP. De acuerdo a sus propios procedimientos, los agentes tienen autorizado emplear solo gases lacrimógenos y escopetas de calibre de 12 mm cargados con perdigones de goma como armas no letales para controlar las manifestaciones. Sin embargo, el general PNP Vicente Tiburcio, jefe de la Dirincri, dijo a El Comercio que están investigando cómo estos objetos terminaron en los cuerpos del fotógrafo y tres manifestantes. A ellos cuatro, se les tuvo que retirar estas canicas a través de una operación quirúrgica de emergencia.
La Organización de Estados Americanos (OEA) enviará una misión la próxima semana a Perú a petición del nuevo Gobierno peruano ante la situación de tensión social que vive el país tras la destitución del ex presidente Martín Vizcarra el pasado lunes en una moción de censura.