Entre la esperanza por la vacuna y la decepción por el comportamiento de un sector de la población, el subsecretario de Salud, Gustavo Vera, dijo que el sistema sanitario pampeano “no está desbordado” pero se está atravesando una situación que “preocupa y mucho” a las autoridades.
“El pueblo pampeano tiene que entender el proceso de agotamiento que atraviesa el personal de Salud, tanto en el ámbito público como el privado. Desde Salud Pública estamos derivando los pacientes no covid a las clínicas privadas porque no podemos atender por una cuestión de recurso humano, a pesar que en los últimos meses hemos incorporado mayor número de enfermeros, por ejemplo”, dijo el funcionario provincial a Diario Textual y afirmó que esto ocurre en centros de salud de Santa Rosa, General Pico y Realicó.
Vera admitió que de empeorar la situación provincial, el sector privado de Salud deberá recibir pacientes positivos de covid. “Hemos venido hablando con los privados y en la medida que en Salud Pública podamos atender a los positivos de covid no vamos a requerir su prestación. Pero si llegamos a superar un porcentaje de afectados, que requieran internación, vamos a tener que recurrir al sector privado”, explicó.
El subsecretario de Salud afirmó que la Terapia Intensiva 2 del hospital Lucio Molas ya está trabajando con enfermos de covid. “Lo tuvimos que hacer para descomprimir el trabajo del personal del Centro Emergente de Asistencia Respiratoria (CEAR) que estaba al límite”, admitió.
Y con relación a los números de pacientes en terapia, Vera aclaró que cambia hora tras hora. “Así como nos pasa que tenemos a dos o tres enfermos que dejan la terapia porque mejoran, a la hora podemos tener el ingreso del mismo número o más porque empeoran. Esto es así. Yo atiendo a pacientes por teléfono y me pasa que en un momento están bien, pero en pocas horas desmejoran y necesitan internarse”, aseguró.
El funcionario provincial sostuvo que en la mayoría de los pueblos pampeanos se atienden a pacientes con covid. “El personal de Salud está cansado y necesita un respiro. No es solamente el horario de permanencia en una guardia o en la atención cotidiana. Ellos tienen que cambiarse y descambiarse, bañarse y demás, para luego irse a su casa o seguir atendiendo a personas que no están afectadas por el virus”, expresó.
El mensaje esperanzador viene de la mano de la aplicación de la vacuna. “Con la primera dosis se genera anticuerpos, pero hasta que no se aplique la segunda no podemos estar tranquilos”, destacó Gustavo Vera y aclaró que la primera y la segunda dosis son distintas.
“Con la vacunación va a cambiar la situación, pero se necesita un poco más de un mes para asegurar la inmunidad en quienes se la aplican”, concluyó.