El expresidente brasileño Luiz Inácio Lula da Silva afirmó que fue víctima de la mayor mentira de la justicia en 500 años de historia en su país, en la primera reacción ante la anulación de sus condenas y procesos, lo cual lo libera para poder participar de las elecciones presidenciales en 2022.
“Antes de entregarme dije que la verdad iba a vencer. Tenía tanta confianza y tanta conciencia de lo que ocurría en Brasil que tenía seguridad de lo que iba a ocurrir. Y ese día llegó”, dijo Lula en una conferencia de prensa en Sao Bernardo do Campo, en el sindicato de metalúrgicos donde el 7 de abril de 2018 se entregó para cumplir una condena en su contra de la Operación Lava Jato.
Lula destacó la “decencia” y el “coraje” del presidente Alberto Fernández, por haberlo visitado en plena campaña elecotral en su celda de la ciudad de Curitiba, en el sur de Brasil.También agradeció al papa Francisco por el respaldo durante los 580 días que pasó en la prisión.
El exmandatario iba a brindar declaraciones ayer, pero prefirió esperar para saber si la corte brasileña -como se preveía- tomaba alguna decisión sobre las sospechas de parcialidad que pudo haber cometido el exjuez Sérgio Moro para imputarlo y condenarlo por corrupción.
Sin embargo, ese trámite sufrió una postergación debido a que uno de los miembros del Supremo Tribunal Federal pidió un cuarto intermedio sin plazo para analizar el caso antes de emitir su voto.
La votación había sido convocada de urgencia por el juez Gilmar Mendes luego del tsunami político generado anteayer con la decisión del juez Edson Fachin de anular las condenas y procesamientos contra Lula por considerar a Moro incompetente, aunque mantuvo la instrucción de la fiscalía.
El líder del PT recuperó sus derechos políticos y puede ser candidato a presidente en 2022, competencia para la cual -de acuerdo a encuestas- es favorito.