La Convención Constituyente que deberá redactar una nueva Constitución en Chile quedó instalada este domingo, luego de algunas demoras causadas por choques entre manifestantes y policías en los alrededores del recinto de sesiones, y quedó presidida por una mujer mapuche. Elisa Loncón, de 58 años, fue elegida por sus pares con 96 votos de los 155 posibles.
«La nación mapuche hace un llamado a todos los pueblos de Chile a un acto de reconocimiento, de cambiar la historia y que se exprese en la elección de una constituyente mujer mapuche”, dijo a CNN la dirigente.
«La mujer mapuche ha estado excluida, hemos estado sin voz, no hemos sido reconocidas en el escenario político, pero la mujer mapuche ha defendido las tierras, el agua, el conocimiento, la lengua y nosotros hemos tenido un espacio social, público y mucha fuerza espiritual para acompañar la lucha de nuestros pueblos”, sostuvo Loncón, que es académica, política, lingüista y activista.
La convencional mapuche fue designada en la segunda elección, ya que en la primera no consiguió los 78 votos necesarios para ser presidenta.
La Convención Constituyente comenzó oficialmente a las 12.40 horas, luego de la suspensión temporal.
La reforma fue una de las demandas clave de la ola de protestas callejeras que sacudió a Chile desde fines de 2018 por el alto costo de vida, las bajas jubilaciones y oneroso acceso a la salud en uno de los países más desiguales de la región.
En mayo pasado, las elecciones de constituyentes sacudieron a la clase política chilena: la primera minoría está formada por independientes que no se presentaron en representación de ningún partido, muchos de los cuales reniegan de la forma de hacer política habitual en el país.
La coalición oficialista tiene 37 convencionales, por lo que no logró llegar al tercio que necesitaba para ser el principal bloque dentro de la Convención con poder del veto.
Del lado opositor, las bancadas de izquierda y centroizquierda, Apruebo Dignidad (28) y la Lista del Apruebo (25), sumaron 53 delegados, lo que sí les permite en conjunto alcanzar el tercio necesario para vetar iniciativas, pero están lejos de los dos tercios necesarios para aprobarlas.
Otros delegados corresponden a la Lista del Pueblo (28), Independientes por una Nueva Constitución (11), Independientes (10) y Pueblos Originarios (17).
La Convención Constituyente cuenta también con la representación de los pueblos originarios, que tiene 17 escaños reservados: siete para el pueblo mapuche, dos para el aimara y uno para cada uno de los otros pueblos: kawésqar, rapanui, yagán, quechua, atacameño, diaguita, colla y chango.
Los convencionales tendrán nueve meses para redactar la Constitución, prorrogable por tres meses por única vez, y luego el presidente de la república llamará a un «plebiscito de salida» que aprobará o rechazará la nueva carta magna.
De aprobarse, pondrá fin a la Constitución de 1980, redactada durante la dictadura de Pinochet, pero si el nuevo texto fuera rechazado, aquella continuará vigente.