Juan Carlos Weigel y Daniel Silva son amigos y socios. Hace siete años que se dedican al rubro de las cortinas y telas, en Santa Rosa y la zona.
Son dueños de StopSun. “Como objetivo principal nos propusimos ,desde el primer momento, no solamente vender un producto: no queremos solo vender cortinas, queremos ofrecer soluciones”, cuenta Weigel. “Hace un tiempo vimos, con el uso de las aberturas de PVC y aluminio la necesidad de poder ofrecer una solución rápida, eficaz y sobre todo moderna, ya que estas reemplazarían las persianas y postigos, había que detener el sol al igual que el frio (térmicas y acústicas). Fue ahí que nuestro negocio empezó a rodar, cortinas roller blackout y sunscreen (es decir, las microperforadas)”.
“Fueron años de puro aprendizaje, de inversión y de mucha constancia. Poco a poco la gente empezó a conocernos”, dice, en tanto, Silva. “Como siempre digo, la mejor publicidad es el boca en boca. De todas maneras, siempre apostamos al marketing digital, sabemos que, si no te ven, no existís. Fue así que fuimos sumando clientes y nuevas propuestas para ellos, empezamos a fabricar también mosquiteros en aluminio, la verdad una necesidad cada vez más notable en los hogares de todos los ciudadanos. La post venta es el eje troncal en este rubro, la gente necesita poder confiar, algo que hoy en día cuesta muchísimo”.
Weigel cuenta que, debido a la constante demanda y buena aceptación por parte de la gente, decidieron poner su primer local al público en la calle Pasteur y Valerga. “Fue todo un desafío y a la vez una alegría enorme. Nacía físicamente StopSun”.
“Los años transcurrieron, con subidas y bajadas, pero siempre para adelante”, relata. “Fuimos incorporando más tecnología, más variedad de cortinas y lo mejor de todo clientes satisfechos, que nos dejaban más que felices con sus agradecimientos y buena onda. Después de todo, es lo que más valor tiene”.
Recientemente pegaron un salto más y se mudaron a un local más grande y cómodo, en Autonomista 1496 esquina circunvalación Santiago Marzo, de Santa Rosa. “Queremos que la gente venga, se sienta a gusto, que tenga mas espacio y sobre todo un lugar de fácil acceso y llegada”, dice Juan. “Siempre decimos que la visita al local va a ser retribuida con otra visita, pero esta última es la nuestra al domicilio para instalar esas cortinas que tanto deseaban”.