El presidente de la Asociación de Propietarios de Carnicerías, Alberto Williams, celebró la extensión del cepo a las exportaciones de carne vacuna establecido por el Gobierno hasta el 31 de octubre: dijo que la cuotificación y prohibición de exportar algunos cortes pararon la suba diaria del mercado.
Explicó en declaraciones periodísticas que, gracias al cepo el precio en las carnicerías descendió al igual que en Liniers, hasta bajaron un poco más incluso el precio del asado y el vacío.
Asimismo, se mostró a favor de que la continuidad del cepo exportador se sostenga, ya que se ofrece dar de comer a 400 millones de personas en el mundo pero no alcanza para los 45 millones de nuestro país. «El precio de la carne lo pone el consumidor y ahora se lo pone porque no puede comprar», dijo.
Al mismo tiempo, se refirió a las medidas de fuerza anunciadas por parte de la Mesa de Enlace. «No es el momento para realizar un paro, sino que se debe continuar dialogando porque la gente tiene que comer¨, dijo.
En tanto, del lado de los productores y frigoríficos, se manifestó el presidente de Confederaciones de Asociaciones Rurales de Buenos Aires y La Pampa (Carbap), Horacio Salaberry, quien calificó de penosa a esta situación ya que los perjudicados por las restricciones son los productores, los consignatarios, los frigoríficos repletos de carne, los empleados de la carne que perciben el 60% de sus salarios y el consumidor ya que el precio no bajó.
Por último, los frigoríficos exportadores del Consorcio ABC también se mostraron en contra de la continuidad de esta medida puesto que generan consecuencias en el nivel de actividad y empleo en la industria.
