En Juntos por el Cambio no hay unanimidad. Luego de las elecciones PASO, donde las cinco listas obtuvieron 20 mil votos más que los postulantes del peronismo, hay dirigentes que creen que podrán ganar en las legislativas del 14 de noviembre y otros que, al ver los últimos movimientos del oficialismo, abren un gran signo de interrogación.
En algo coinciden: el Frente de Todos descontará fuertemente los votos y pondrá toda la carne al asador, por lo que la tropa radical-macrista no debe relajarse.
Uno de los focos está puesto en el control de los votos. Para eso ya comenzaron a organizarse para distribuir fiscales en cada mesa. “Todos nuestros fiscales estarán cuidando la boleta de Juntos por el Cambio el 14 de noviembre, ya que es de vital importancia para cuidar la democracia y el voto de cada pampeano”, dijo en las últimas horas Hipólito Altolaguirre, quien perdió la interna y ya se puso a disposición de los vencedores Daniel Kroneberger y Martín Maquieyra.
La campaña se centrará en las redes sociales y los medios, pero se tratará de acentuar el “cara a cara”, dijeron desde el radicalismo a Diario Textual. Una estrategia similar a la del peronismo.
En tanto, los opositores se frotan las manos con la interna soterrada entre Sergio Ziliotto y Carlos Verna. “Uno no atiende el teléfono”, dijo, enigmático, un dirigente del radicalismo de Pico. “Prendemos velas para que Verna no se meta en la interna”.
De todas maneras -coinciden tanto en JxC como en el peronismo-, de ninguna manera la presencia de Verna en la campaña garantiza una victoria del Frente de Todos. “Por supuesto que Verna metido de alguna manera en la campaña puede ayudar, sobre todo en Pico, pero su sola presencia no indica una victoria… En 2017, con Verna, remontamos 20 mil votos y ganamos por solo 76. Fue un golazo, como el gol del Diego (Maradona) a los ingleses. Pero gol a los ingleses hubo uno solo. Ese gol no se volvió a repetir…”, comparó un peronista piquense.