La Dirección de Epidemiología reveló que se detectó un caso sospechoso de carbunco cutáneo en una persona con residencia en la zona rural del sur de la provincia de La Pampa, que se encuentra bajo tratamiento y seguimiento médico.
Desde la Mesa de Zoonosis Provincial recordó que el carbunco es una enfermedad zoonótica grave que puede transmitirse de los animales enfermos a las personas y su sospecha en ambos casos es de notificación obligatoria.
Es causada por la bacteria bacillus anthracis que puede sobrevivir en el ambiente por más de 50 años, debido a que posee una forma de resistencia que se denomina espora. Esta enfermedad también se conoce como ántrax, pústula maligna.
La enfermedad se transmite de animales enfermos o muertos a los humanos pero no se contagia entre personas enfermas o convalecientes.
En las personas, según la vía de ingreso de la bacteria al organismo el carbunco se manifiesta de distintas formas:
-Carbunco cutaneo o grano malo: la bacteria ingresa a través de la piel, donde produce una lesión con aspecto de grano o lastimadura que se transforma en una lesión ulcerativa rodeada de vesículas y progresa a una escara negra. No produce dolor.
-Carbunco digestivo o intestinal: se adquiere a través del consumo de carne de animales enfermos; ocasiona malestar abdominal, fiebre, septicemia y muerte.
-Carbunco respiratorio o pulmonar: se contagia por la inhalación de esporos; ocasiona fiebre, malestar general, tos, dolor torácico y una insuficiencia respiratoria que puede ocasionar la muerte.
En animales, en tanto, presentan una muerte aguda con salida de sangre por los orificios naturales (boca, nariz y ano). Con la sangre, se liberan esporos al ambiente que quedan en el suelo y pueden ser ingeridos por otros rumiantes al alimentarse.
Las medidas de prevención son la vacunación de los animales en riesgo; no realizar la necropsia de animales sospechosos de carbunclo para evitar la diseminación de esporas en el medioambiente; no manipular ni consumir productos derivados de animales con signos de estar enfermos o muertos; y no quemar cadáveres, ya que con esta práctica provoca la diseminación de esporos y favorece el contagio por vía respiratoria. Los cadáveres deben ser enterrados y tapados en el mismo lugar donde fueron encontrados, siguiendo las indicaciones del Senasa.