Christian Dupuy, el padre de Lucio, quien fue asesinado anoche a golpes en Santa Rosa, se lamentó que la Justicia nunca le dio la tenencia. “La Justicia nunca me escuchó”, escribió, desde General Pico, donde reside.
Su ex y madre de Lucio, Magdalena Espósito Valenti, de 24 años, y la pareja de su mamá, Abigail Páez, de 27, permanecen detenidas.
“Siempre favoreció a la madre por más abogados y mediaciones que realicé. Hoy pagó mi hijo. Pero no solo escuchen a la madre, papá también sufre en silencio”, sostuvo Christian.
“Hoy con el corazón roto y mi alma sin encontrar consuelo te digo descansa en paz hijo mío. No voy a descansar hasta que se haga justicia. Te amo Lucio Abel Dupuy”, finalizó.
Lucio pasó por un infierno. Según se determinó en una autopsia, se pudo comprobar que murió por “múltiples golpes” y, además, se comprobó que tenía -de vieja data- mordeduras y quemaduras de cigarrillo.
Anoche, por lo pronto, el niño fue llevado convulsionando a la posta sanitaria del barrio Río Atuel y luego ya ingresó inconsciente al Hospital Evita con sangre en la boca y moretones en diversos lugares del cuerpo. Incluso tenía la marca de una zapatilla en la espalda.
El niño vivía en una casa de la calle Allan Kardec al 2300, junto a su madre y a la pareja de su mamá. ¿Cómo fue el crimen? “Según lo que cuentan, anoche estaban las dos en la casa. La madre se retira porque debía ir a trabajar al Casino Club y, al regresar, estaba el nene convulsionando. De todas maneras, todo está siendo objeto de pruebas. Todo se está verificando con las cámaras de seguridad de la zona”, manifestó la fiscala Verónica Ferrero.
Su madre Magdalena Espósito Valenti, de 24 años, y la pareja de su mamá, Abigail Páez, de 27, permanecen detenidas. Este sábado, en una audiencia de formalización, el juez de Control Néstor Ralli dictó la prisión preventiva a las dos mujeres acusadas del infanticidio. “Quedarán detenidas al menos hasta la finalización del proceso”, dijo la fiscala.
Magdalena Espósito Valenti fue acusada del delito de homicidio calificado por el vínculo -que prevé una pena de perpetua-, en tanto que Páez por homicidio simple -de 8 a 25 años-.
“Es una calificación provisoria. Veremos si agravamos la calificación jurídica, en base a elementos que vayan surgiendo en la causa”, dijo la fiscala.
La situación había sido denunciada en reiteradas oportunidades. Incluso por una vecina, que escuchaba cómo era golpeado.
Christian y Magdalena habían convivido. Luego de su separación, siempre según la versión de la familia paterna, fue abandonado por Magdalena. «Ella ya lo había abandonado una vez… Y quedó a cargo del hermano mayor de Christian. Es que Christian estaba viviendo en Luján. Ella volvió por Lucio y se lo llevó. En medio de eso siempre hubo denuncias», contaron familiares.