Un grupo de manifestantes se movilizó este domingo hacia la Comisaría Sexta -en la esquina de Trenel y El Piquillín, en Santa Rosa- e intentó ingresar a las celdas donde se encontraban las dos acusadas -una de ellas la madre- de haber asesinado a golpes al niño Lucio Dupuy (5 años). Allí quemaron tres autos -dos de ellos patrulleros- y arrojaron piedras hacia la dependencia policial y los uniformados. Finalmente, minutos antes de las 23 horas, la Policía retiró a las dos acusadas del lugar. No se informó dónde fueron alojadas.
Los manifestantes comenzaron a concentrarse cerca de las 18 horas. Otro grupo, en tanto, hizo una manifestación pacífica en la plaza San Martín.
Un centenar de personas -tanto de hombres como de mujeres- intentó ingresar a la comisaría. En ese lugar estaban alojadas ambas detenidas, acusadas del infanticidio.
Hicieron pintadas y arrojaron piedras a los policías. También quemaron un patrullero. Luego las llamas alcanzaron a un auto particular y a otro patrullero. Los tres estaban estacionados frente a la dependencia policial.
Finalmente, cerca de las 21 horas, los policías dispersaron a los manifestantes. Así los bomberos pudieron ingresar al lugar y apagar el fuego. Ya a las 23 trasladaron a otras dependencias a las dos acusadas.
De todas maneras, los disturbios continuaron: intentaron quemar la casa donde vivía Lucio y las dos acusadas, en la Allan Kardec al 2300.
Lucio, de 5 años de edad, murió el viernes 26 por la noche, luego de ser brutalmente golpeado. El niño vivía junto a su madre Magdalena Espósito Valenti (24 años) y a la pareja de su mamá Abigail Páez (27 años).
El viernes, cerca de las 21.30 horas, las dos mujeres concurrieron con el niño en brazos, convulsionando, a la posta sanitaria del barrio Atuel.
Posteriormente el niño fue trasladado al Hospital Evita, ya sin signos vitales, donde se constató su fallecimiento.
Lucio ingresó al hospital con sangre en la boca y moretones en diversos lugares del cuerpo. Incluso tenía la marca de una zapatilla en la espalda.
Según una autopsia, se pudo establecer que murió por “múltiples golpes” y, además, se comprobó que tenía -de vieja data- mordeduras y quemaduras de cigarrillo.
Magdalena Espósito Valenti está acusada del delito de homicidio calificado por el vínculo -que prevé una pena de perpetua-, en tanto que Páez está apuntada por homicidio simple -de 8 a 25 años-. El juez Daniel Ralli dictó la prisión preventiva para ambas hasta la finalización del proceso.
Christian Dupuy y Magdalena Espósito Valenti convivieron junto a Lucio, en General Pico. Sin embargo, hace unos 3 años se separaron y Magdalena formó pareja con Abigail.
Según dijo la familia paterna de Lucio, Magdalena se trasladó desde Pico a Córdoba y “abandonó” a Lucio, que quedó al cuidado de un tío, Maximiliano Dupuy.
Posteriormente, a punto de perder la patria potestad, Magdalena se hizo cargo de Lucio y se trasladó a Santa Rosa.
En el medio, siempre según la versión de la familia paterna, hubo advertencias de la familia paterna del riesgo que corría con su madre y su pareja. Christian Dupuy en varias ocasiones solicitó ante la Justicia la tenencia del chico, pero siempre le fue negada en beneficio de la madre.
Hoy Diario Textual publicó que los organismos de prevención de violencia familiar y de niñez de La Pampa nunca intervinieron para abordar la situación de vulnerabilidad de Lucio Dupuy, el niño de 5 años que fue asesinado a golpes en Santa Rosa, porque, entre otros puntos, no hay registros de denuncias sobre maltratos o golpizas.
Según manifestaron esas fuentes, no existen denuncias ni en General Pico ni en Santa Rosa y, por eso, nunca intervinieron desde la Subsecretaría de Niñez, Adolescencia y Familia -que tiene a su cargo la Dirección de Niñez y Adolescencia de La Pampa y la Dirección de Prevención y Asistencia de la Violencia Familiar-, la Unidad Funcional de Género, Niñez y Adolescencia o el área de prevención de violencia de la municipalidad santarroseña.