Se van conociendo, con el correr de las horas, más datos que revelan el calvario que pasó Lucio Dupuy (5 años) por los constantes episodios de violencia al que era sometido en la casa donde vivía con su mamá, Magdalena Espósito Valenti (24), y su novia, Abigail Páez (27). Ambas acusadas y detenidas por el asesinato.
De acuerdo a lo que revelaron fuentes médicas, Lucio había sufrido una fractura en una mano, la quebradura de un dedo y varios ingresos a centros de salud, según consta en su historia clínica del Hospital Evita.
En esos ingresos no se consignaron las causas: simplemente el nene fue atendido de las dolencias que presentaba. En el caso de la fractura de una mano, su madre argumentó que se había caído de la bicicleta.
En tres meses ingresó cinco veces por diversas fracturas. Según consta en su historia clínica, el 15 de diciembre de 2020 ingresó por «traumatismos de miembro superior» al Hospital Evita. El día 18 fue atendido en el Hospital Molas y se le diagnosticó una “fractura a nivel de la muñeca y de la mano”.
En tanto, el 22 de enero de 2021 fue llevado a la posta del barrio Río Atuel, donde le diagnosticaron «traumatismos de miembro superior».
Por su parte, el 1º de febrero 2021 volvió al Evita por un “código T14-1”, es decir, un traumatismo en el cuerpo.
En tanto, el 23 de marzo le diagnosticaron en el Evita “mallet finger”, una deformidad en el dedo que se genera por una fractura ósea de la falange distal.
Lucio murió el viernes 26 por la noche, luego de ser brutalmente golpeado. Vivía en una casa de la calle Allan Kardec al 2300, de Santa Rosa, junto a su madre y a la pareja de su mamá.
El niño fue ingresado el viernes 26 por la noche, convulsionando, a la posta sanitaria del barrio Atuel. Posteriormente fue trasladado al Hospital Evita, ya sin signos vitales, donde se constató su fallecimiento.
Según una autopsia, murió por “múltiples golpes” y, además, se comprobó que tenía -de vieja data- mordeduras y quemaduras de cigarrillo.
Magdalena Espósito Valenti está acusada del delito de homicidio calificado por el vínculo -que prevé una pena de perpetua-, en tanto que Páez está apuntada por homicidio simple -de 8 a 25 años-. El juez Daniel Ralli dictó la prisión preventiva para ambas hasta la finalización del proceso. Y ordenó su traslado a San Luis para evitar incidentes como los del domingo, donde un grupo de manifestantes incendió tres autos y provocó destrozos en la Seccional Sexta, donde estaban alojadas.