La madre de Lucio Dupuy, el nene de 5 años asesinado a golpes, Magdalena Espósito Valenti (24), y su pareja, Abigail Páez (27), fueron trasladadas a la Penitenciaria de San Luis. La medida fue para evitar que se repitan los graves incidentes que se originaron ayer en la Seccional Sexta.
La información había sido adelantada a la mañana por Diario Textual. Ya a la tarde lo confirmó el ministro de Seguridad, Horacio di Nápoli, y también por el Gobierno puntano. “La Pampa carece de un servicio penitenciario propio y para alojar a sus penados hace uso de instalaciones federales o de otras provincias, a partir de convenios celebrados previamente para tal fin”, sostuvieron desde la administración puntana. Este traslado se enmarcó dentro de las tareas de colaboración mutua firmados en 2017 en el llamado Tratado del Caldén.
Espósito Valenti está acusada del delito de homicidio calificado por el vínculo -que prevé una pena de perpetua-, en tanto que Páez está apuntada por homicidio simple -de 8 a 25 años-. El juez Daniel Ralli dictó la prisión preventiva para ambas hasta la finalización del proceso.
Hasta el domingo a la noche estuvieron alojadas en la Seccional Sexta, de Santa Rosa, pero tras los graves incidentes que ocasionó un grupo de personas, con destrozos y quema de tres vehículos -dos de ellos patrulleros de esa comisaría- decidieron trasladarlas a la vecina provincia de San Luis.
👉 La Policía retiró a las dos acusadas de la comisaría Sexta, donde manifestantes quemaron patrulleros. No se informó dónde fueron alojadas.
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Lucio, de 5 años de edad, murió el viernes 26 por la noche, luego de ser brutalmente golpeado. Vivía en una casa de la calle Allan Kardec al 2300, de Santa Rosa, junto a su madre Magdalena Espósito Valenti (24 años) y a la pareja de su mamá Abigail Páez (27 años).
Christian Dupuy, el padre, está reclamando condena ejemplar. “Pedimos que se haga justicia, que paguen lo que tengan que pagar porque a mi hijo no me lo devuelve nadie, que se pudran en la cárcel”, pidió.
El niño fue ingresado el viernes 26 por la noche, convulsionando, a la posta sanitaria del barrio Atuel.
Posteriormente el niño fue trasladado al Hospital Evita, ya sin signos vitales, donde se constató su fallecimiento.
Lucio ingresó al hospital con sangre en la boca y moretones en diversos lugares del cuerpo. Incluso tenía la marca de una zapatilla en la espalda.
Según una autopsia, se pudo establecer que murió por “múltiples golpes” y, además, se comprobó que tenía -de vieja data- mordeduras y quemaduras de cigarrillo.
La historia clínica indica que Lucio había ingresado en reiteradas oportunidades al Hospital Evita. Entre otras heridas, sufrió una fractura en una mano y la quebradura de un dedo.
En esos ingresos no se consignaron las causas: simplemente el nene fue atendido de las dolencias que presentaba. En un caso, el de la fractura de una mano, su madre argumentó que se había caído de la bicicleta.
Magdalena Espósito Valenti está acusada del delito de homicidio calificado por el vínculo -que prevé una pena de perpetua-, en tanto que Páez está apuntada por homicidio simple -de 8 a 25 años-. El juez Daniel Ralli dictó la prisión preventiva para ambas hasta la finalización del proceso.
Christian Dupuy y Magdalena Espósito Valenti convivieron junto a Lucio, en General Pico y luego en la ciudad bonarense de Luján. Sin embargo, en 2018 se separaron, Magdalena formó pareja con Abigail y el niño quedó a cargo de los abuelos paternos.
Según dijo la familia paterna de Lucio, Magdalena se trasladó desde Pico a Córdoba y dejó a Lucio al cuidado de un tío, Maximiliano Dupuy.
Posteriormente, a punto de perder la patria potestad y cuando no lo había visto por un año y medio, Magdalena se hizo cargo de Lucio y se trasladó a Santa Rosa.
En el medio, siempre según la versión de la familia paterna, hubo advertencias de la familia paterna del riesgo que corría con su madre y su pareja. Christian Dupuy en varias ocasiones solicitó ante la Justicia la tenencia del chico, pero siempre le fue negada en beneficio de la madre.