Empleados del Estado pampeano que están aislados por tener coronavirus o ser contacto estrecho de un positivo comenzaron a ser notificados en las últimas horas de que les descontarán el presentismo y las horas extras.
La medida tomó por sorpresa a los empleados. Solo quedan amparados los trabajadores de Salud y de las fuerzas de seguridad.
En rigor, pudo confirmar Diario Textual, no hubo una decisión expresa del Gobierno provincial de descontar el presentismo. Lo que sucedió es que esos trabajadores considerados esenciales ya no están amparados, desde el 1° de enero, en un decreto del Gobierno nacional y, por eso, la ART provincial notificó recientemente al área de Personal de Casa de Gobierno que deberán hacer los descuentos por presentismo, aún si son positivos de covid.
De todas maneras, desde el sindicato esperan una “decisión política” del gobierno de Sergio Ziliotto para que no apliquen los descuentos.
“Esta situación es preocupante y requiere una decisión del gobierno. El Estado debería darnos la garantía para que no suframos descuentos los que tenemos covid o estamos aislados”, dijo Roxana Rechimont, secretaria general de ATE, a Diario Textual.
Los descuentos, en caso de confirmarse, impactarán en febrero. Serían de al menos 10 mil pesos por trabajador aislado, dependiendo del salario y si tiene o no horas extras.
“El decreto de cobertura para los esenciales terminó el 31 de diciembre. Ya la ART informó al área de Personal que, al estar exentos y fuera del decreto, se pasan carpetas médicas al contraer covid o si se está en una situación de aislamiento por ser contacto estrecho. Los únicos amparados son el personal de Salud y de las fuerzas de seguridad”, explicó.
“Si nos contagiamos y no somos personal de Salud ni de las fuerzas de seguridad, lo que nos pasan ahora es carpeta médica, como código 2 o 3 -de largo o corto tratamiento-. Ya no nos pasan código 5, que es la ART, y quedamos desamparados”, insistió. “Por eso debe haber una decisión política de revertir la situación”, finalizó.
La medida, advierten trabajadores, parece un contrasentido: es que hay riesgo de que algunos contactos estrechos sintomáticos sigan concurriendo a sus lugares de trabajo para no perder el presentismo.
