Unas 200 personas participaron en la noche de este miércoles de una manifestación en General Pico, a dos meses del infanticidio de Lucio Dupuy.
Christian Dupuy, el padre del nene asesinado a golpes en Santa Rosa, pidió seguir “haciendo ruido” para reclamar justicia y condena a la madre y su novia y, a la vez, que se apruebe en el Congreso nacional la llamada Ley Lucio.
“Quería pedirle solamente media hora de su tiempo para que nos acompañen a prender una velita”, escribió el padre por las redes sociales. “Sigamos haciendo ruido y que esto no se apague porque Lucio no merecía que lo callen. Somos la voz de los niños y los responsables de hacer que la ley Lucio se apruebe. Sigan con nosotros nos dan mucha fuerza”.
Qué es la Ley Lucio
El crimen de Lucio Dupuy, el nene de 5 años asesinado a golpes en Santa Rsa por el que están detenidas la madre de la víctima y su pareja, generó una gran conmoción en la sociedad y expuso falencias en los sistemas involucrados respecto de la protección de menores ante la violencia doméstica. En este contexto, los diputados Martín Maquieyra y Cristian Ritondo presentaron en el Congreso un proyecto de ley de “Prevención y detección temprana contra la violencia de los niños, niñas y adolescentes”.
El proyecto, que lleva el nombre de Lucio, contempla, fundamentalmente, cuatro puntos. El primero es la capacitación obligatoria para funcionarios de los distintos poderes del Estado e integrantes de las diferentes áreas que intervienen en estos casos.
También se solicita la activación de la línea 102 a nivel nacional, “con el objeto de favorecer la promoción y protección de derechos de niñas, niños y adolescentes”. Es algo que no sucede, por ejemplo, en La Pampa.
Además, el proyecto incluye la realización de campañas de concientización semestrales en medios nacionales, provinciales y entidades públicas nacionales, para visibilizar la violencia y la vulneración de derechos de los menores.
La Ley Lucio también menciona la “obligación excluyente” de denuncia por parte de los miembros de los establecimientos educativos y de salud y los agentes o funcionarios públicos con resguardo de la identidad.
El calvario de Lucio
El pequeño vivió un calvario que terminó el viernes 26 de noviembre de 2021 por la noche, con su muerte, luego de ser brutalmente golpeado. Ingresó convulsionando al Hospital Evita, de Santa Rosa, y no pudieron salvarlo.
Su madre, Magdalena Espósito Valenti (24) está acusada del delito de homicidio calificado por el vínculo -que prevé una pena de perpetua-, en tanto que su pareja Abigail Páez (27) está apuntada por homicidio simple -de 8 a 25 años-.
De todas maneras, se espera que en febrero o marzo, con las nuevas pericias del caso, la acusación sea más grave aún. Entre otras, las pericias psiquiátricas a las dos detenidas. Para el abogado de la familia paterna, José Mario Aguerrido, se trató de un «crimen de odio».
El juez Daniel Ralli dictó la prisión preventiva para ambas hasta la finalización del proceso. Las dos fueron trasladadas a San Luis, donde cumplen con la detención.
En tanto, el fiscal de Investigaciones Administrativas, Juan Carlos Carola, ordenó a fines de diciembre que se abran sumarios internos para determinar si médicos, enfermeros, docentes y funcionarios de los ministerios de Salud y de Educación actuaron o no con “la debida diligencia reforzada” en el caso del niño.
El fiscal dispuso esas medidas porque se comprobó que, meses antes del asesinato, sufrió lesiones y heridas que no fueron advertidas o denunciadas por médicos y docentes.
El niño vivía con su madre y la novia de su mamá, en un departamento de la calle Allan Kardec. Fue llevado por Abigail el viernes 26 de noviembre de 2021, por la noche, convulsionando, a la posta sanitaria del barrio Atuel. En ese momento, la madre de Lucio estaba trabajando de moza en un hotel.
Posteriormente Lucio fue trasladado por una vecina, en su auto, al Hospital Evita, ya sin signos vitales, donde se constató su fallecimiento.
Según se pudo determinar en la autopsia, murió por “múltiples golpes” y, además, se comprobó que tenía -de vieja data- mordeduras y quemaduras de cigarrillo.
Era un nene constantemente maltratado. De acuerdo a lo que revelaron fuentes médicas, Lucio ingresó en su corta vida en reiteradas oportunidades a Enfermería del Hospital Evita: había sufrido una fractura en una mano y la quebradura de un dedo. Sin embargo, esas señales no fueron advertidas o denunciadas.
Tampoco en la Justicia se hicieron denuncias o se presentaron indicios que alertaran situaciones de violencia.