No se detectaron fugas radiactivas en la central nuclear de Zaporiyia, que sufrió un incendio anoche por combates entre tropas ucranianas y rusas, afirmó hoy el primer reporte oficial del regulador nuclear ucraniano, coincidente con estimaciones previas de la agencia de inspección.
“No se han registrado cambios en la situación de la radiación”, dijo la agencia de inspección de las plantas atómicas de Ucrania luego del incendio ocurrido anoche en la central nuclear más grande del continente causado por un bombardeo de las tropas rusas, que demoraron en autorizar el acceso de los bomberos.
Europa vivió alrededor de seis horas en vilo a raíz del incendio, finalmente extinguido, que llevó al gobierno ucraniano a advertir que si la central estallaba se produciría un impacto “10 veces más grande que el de Chernobil”, hasta ahora el mayor accidente atómico de la historia, y que sería “el fin” de la vida en el continente.
El incendio fue reportado en las primeras horas del día y solo después de las 6 (la 1 en la Argentina) se informó que había sido extinguido.
El secretario general de la OTAN, Jens Stoltenberg, condenó esta mañana la “irresponsabilidad” de Rusia por el incidente.
“Hemos visto informes sobre el ataque contra esa planta nuclear. Esto demuestra la irresponsabilidad” de este conflicto, dijo Stoltenberg antes de una reunión urgente de cancilleres de la OTAN en Bruselas, en la primera reacción de la alianza transatlántica a este ataque, reportó la agencia de noticias AFP.
Las fuerzas rusas ocuparon en las últimas horas el territorio nuclear ucraniano, ubicado a unos 150 kilómetros al norte de la península de Crimea.