En los últimos 15 años se han registrado tres femicidios cometidos por policías o militares, con armas, en Santa Rosa. Una de las grandes dudas es quiénes controlan que estén aptos para portar un arma.
El 2 de octubre de 2008, en el barrio Río Atuel, de Santa Rosa, Andrea Aguerre (37 años) fue asesinada con una pistola por su esposo, el cabo primero de la Policía provincial, Raúl Rodríguez (44 años). Posteriormente él se pegó un tiro.
Andrea era empleada pública. La pareja tenía tres hijos que, aterrados, escucharon las detonaciones desde una habitación contigua. Habían sido encerrados por el padre.
Los hijos -dos de ellas, mellizas- quedaron al cuidado de la abuela materna. Hoy son profesionales.
Otro caso similar se registró el 5 de junio de 2009, en la calle Víctor Lordi al 1000, en Villa Santillán.
Patricia Ponce (50 años), al retirarse en moto de esa casa de una amiga, fue abordada por su expareja Miguel Mendoza (55), suboficial del Ejército Argentino. Discutieron y él le pegó un tiro en una pierna, con un arma que no era la reglamentaria pero era de su propiedad. Patricia corrió a resguardarse en el interior de la vivienda. Pero Mendoza forzó las puertas y la siguió hasta una de las habitaciones, mientras amenazaba a la dueña de casa, quien logró dar aviso a la Policía. Finalmente la mató de otros tres balazos. El femicida también se suicidó en ese lugar.
En tanto, este viernes 25 el policía federal Antonio Gustavo Boland (44 años) mató de tres balazos con su arma reglamentaria 9 mm a Susana Muñoz (51 años), en el pasaje Salveire al 1700, en el barrio de Villa Elisa. Luego intentó quemar la casa -inició un incendio en un colchón y en un sofá- y se suicidó con la misma pistola.
En la madrugada del domingo 7 de octubre de 2018, en tanto, ocurrió otro asesinato seguido de suicidio en José Ingenieros al 1100, en Villa Santillán. No fue un femicidio, pero también el atacante era un uniformado. Todo comenzó por una discusión por la música alta en un complejo de departamentos: el guardiacárcel José Pablo Martínez (43) irrumpió en el departamento de sus vecinos Luis Gabriel Díaz (oficial subinspector de la Federal, de 21 años y oriundo de Tucumán) y Samuel Alejandro David Garnica (oficial ayudante de la Federal, de 20 años, de Jujuy y también músico), los asesinó, volvió a su departamento y se mató. Los tres fallecieron con pocos minutos de diferencia.