La interna en el Frente de Todos está que arde. El ministro de Seguridad, Aníbal Fernández, dijo este miércoles que al presidente Alberto Fernández “no lo va a apretar una declaración estúpida” y de esta manera salió al cruce de las expresiones del secretario general de La Cámpora y ministro bonaerense Andrés Larroque, quien acusó al jefe de Estado buscar la fractura de la coalición oficialista.
Ayer, el propio Alberto desde General Pico, adonde vino a anunciar el Acueducto Norte, disparó contra el kirchnerismo duro. “Yo no soy el dueño del Gobierno, nadie es dueño del Gobierno. El Gobierno es del pueblo y nosotros solo representamos a ese pueblo. Y estoy seguro de que ese pueblo quiere que trabajemos juntos y cumplamos con las palabras empeñadas”, dijo el mandatario en el acto en el que estuvo acompañado por el gobernador pampeano Sergio Ziliotto y ministros del Poder Ejecutivo Nacional, entre ellos el camporista Eduardo De Pedro.
Hoy su ministro de Seguridad Aníbal Fernández salió a bancarlo. Calificó como un “agravio” las declaraciones de Larroque y cuestionó también que “la conducción” de La Cámpora no saliera a despegarse de lo que el bonaerense dijo, en un claro disparo hacia el diputado nacional Máximo Kirchner.
“La realidad es que cada uno que llega a esta Casa de Gobierno se supone que viene con un objetivo claro: el bien común. Si en el medio aparece alguien y agravia al Presidente, y su sector no dice nada, ni su propia conducción dice nada, entonces uno tiene que inferir que su objetivo es inconfesable”, aseguró esta mañana Fernández, cuando ingresaba a la Casa Rosada para una reunión de Gabinete.
“No sé quiénes son los que están detrás de eso, pero nadie saltó a decir que no compartían las expresiones vertidas en el día de ayer. Lo que hay que hacer es trabajar, no hablar”, agregó.