El secretario general de la Gobernación y exfiscal de Estado, José Vanini, resaltó la decisión del presidente Alberto Fernández de laudar a favor de La Pampa para que se haga un estudio de impacto ambiental integral, que significó al menos un freno a la represa hidroeléctrica Portezuelo del Viento. “Es un hecho histórico y un triunfo de todos los pampeanos”, dijo.
El martes, el presidente anunció desde General Pico que laudará para que se realice un nuevo estudio de impacto ambiental de la cuenca, un reclamo de La Pampa y otras tres provincias. Con esta decisión, Mendoza -según había anunciado días atrás- no avanzará con los trabajos y destinará los 1023 millones de dólares a otras obras.
Vanini dijo que La Pampa tiene un largo recorrido en la batalla contra la injustificada posición mendocina de no acatar los fallos judiciales. En ese frente de batalla, hubo varios protagonistas.
El actual secretario general de la Gobernación y exfiscal de Estado no dudó en señalar que lo informado por el primer mandatario nacional “marcó un hecho histórico en la defensa” de nuestros ríos.
“Desde el año 2016 venimos trabajando en forma conjunta con la Fuchad, la Asamblea de los Ríos, la Universidad de La Pampa y todas las áreas de Gobierno, para frenar los avances de la provincia de Mendoza en la construcción de una obra que generará daños irreversibles para nuestra provincia”, dijo a la Agencia Provincial de Noticias.
“Se trata de una obra diseñada hace más de 40 años, que no respeta los usos del río que sostiene Coirco y mucho menos los principios ambientales con rango constitucional”, dijo. “Fue una lucha que La Pampa comenzó en soledad, pero con el paso del tiempo pudimos exponer y hacer escuchar nuestros fundamentos por el resto de las provincias. Desde lo personal participé en esta defensa desde mi cargo de Fiscal de Estado, abordando con los demás profesionales del organismo los fundamentos y estrategias jurídicas tanto administrativas como judiciales”.
Vanini no soslayó que, a la par de la estrategia judicial, hubo un “silencioso trabajo de persuasión” orientado a fundamentar, más allá de lo legal, la postura que impulsaba La Pampa y acompañaron Río Negro, Neuquén y Buenos Aires.
“Al soporte jurídico sólido que nuestra provincia elaboró, se lo acompañó políticamente con argumentos que, aunque expuestos en los expedientes, requerían de un tratamiento personal que rompiera la fría barrera que imponen los escritos judiciales”, dijo. “La posición de la provincia de La Pampa a lo largo de todos estos años se mantuvo firme y coherente, lo que se reclama no es un capricho sino el cumplimiento de la Constitución y Leyes que nos obligan a prevenir los daños ambientales, siendo el estudio de impacto ambiental sobre toda la cuenca la única forma de poder concretarlo”, sostuvo.
“Para apuntalar la posición pampeana -dijo a APN- siempre tuvimos como punto de partida hacerlo en forma interdisciplinaria con todas las áreas y escuchar a todos los sectores de la sociedad, así fueron parte las asociaciones, las entidades intermedias, la Universidad, los pobladores locales, los pueblos originarios”.
“Todo esto fue posible -justificó- porque esta causa encontró a todos los pampeanos y las pampeanas unidos y militando la defensa de nuestros ríos. La sociedad la hizo suya y defendió estas banderas de manera inclaudicable en todos los ámbitos en que hubo oportunidad. Mendoza ya nos robó un río, el río Atuel, haber podido frenar este nuevo avance en el despojo de nuestros recursos, esta vez del rio Colorado, me genera como pampeano una gran satisfacción, es una lucha y una victoria que nos pertenece a todos los pampeanos y todas las pampeanas”.
Finalmente destacó que Mendoza mantiene su “férrea conducta de apropiación” del agua. “Notificada del anuncio presidencial, refiere que el mismo es un nuevo estudio y que éste responde a una postura caprichosa y demagoga de La Pampa”, dijo. “Los dirigentes políticos de la vecina provincia, en una postura retrógrada de apropiación y destrucción del ambiente, tachan de hostil la posición de La Pampa respecto a Portezuelo del Viento, ignorando años de despojo, queriendo mantener y perpetrar el manejo unilateral y autoritario sobre el agua”.
En este caso, el mensaje fue dirigido a una senadora nacional del kirchnerismo: Anabel Fernández Sagasti, mano derecha de Cristina Fernández. “Se está privilegiando una postura caprichosa y demagoga como la de La Pampa. Nadie está pensando en lo importante y estratégica que es esta obra para la Argentina y para el trabajo de miles de mendocinos y empresas de nuestra industria metalmecánica”, llegó a decir, luego de las declaraciones del presidente.
La obra se pretendía construir sobre el río Grande, principal tributario del Colorado. Iba a alcanzar los 185 metros de altura, lo que la llevaría a ser una de las más grandes del planeta.
Asimismo, una vez finalizada la construcción, iba a aumentar la superficie de riego para producción agrícola y ganadera, y crearía un nuevo polo turístico.
La Pampa y las otras tres provincias de la cuenca se resistían a esta obra porque, descontaban, afectaría el caudal y la calidad de agua del río Colorado. Además, repetían, con los actuales registros hídricos nunca podrían llenar la represa.