Familias del asentamiento El Nuevo Salitral, de Santa Rosa, se reunieron hoy con el intendente Luciano di Nápoli para reclamarle una solución al problema habitacional. El jefe comunal no les dio ninguna salida y se fueron decepcionados.
¿Qué les dijo Di Nápoli? Que la solución de fondo pasa por las futuras viviendas que construya el IPAV y les dijo que la comuna no puede interceder ante el reclamo judicial que impulsaron los propietarios de los terrenos donde se construyeron las casas precarias. Además, descartó la posibilidad que el municipio compre esas tierras para luego dárselas a pagar en cuotas a las familias, algo que reclamaban los habitantes del asentamiento.
Las familias de El Nuevo Salitral habían sido convocadas por Di Nápoli luego de las protestas que realizaron tras recibir notificaciones de desalojos.
“Queremos una respuesta urgente, no queremos perder más tempo. Hay 30 familias que están desesperadas porque hay una orden de desalojo que avanza”, dijo la vocera del grupo, Carina Lezcano.
El conflicto se inició luego de que, según dijeron las familias, recibieron la intimación para que abandonen las tierras que ocupan. Las notificaciones recibidas afectan a una cuadra y media del asentamiento, sobre calle Gobernador Duval.
Desde la Justicia negaron que haya habido intimaciones: sostuvieron que, en realidad, lo que hubo es una ratificación de las notificaciones originales de las demandas de desalojo. Es decir, se inició el proceso nuevamente.
“No queremos respuestas, venimos a traerle la solución. Somos poseedores de las tierras, ya edificamos y lo único que esperamos es que el Estado se haga cargo de esas tierras porque el señor (Homero) Márquez las quiere lotear y vender, entonces necesitamos que las compre el municipio y nos las vendan a nosotros”, dijo Lezcano.
“Lo que queremos es que el intendente nos atienda para plantearle la situación de cada familia. El desalojo tiene un plazo. La instancia judicial está en marcha y avanza”, advirtió.
El Nuevo Salitral se formó en 2018 cuando familias que no tenían un lugar para vivir decidieron ocupar terrenos en cercanías del Parque Don Tomás.
Algunos de esos terrenos son municipales y otros pertenecen a particulares. El municipio no reclamó esas tierras, pero ahora los privados pretenden expulsar a quienes viven allí.