El presidente Joe Biden anunció el lunes que Estados Unidos mató al líder de Al-Qaeda, Ayman al-Zawahiri, en un ataque aéreo en Kabul.
“El sábado, bajo mis órdenes, Estados Unidos llevó a cabo un ataque aéreo sobre Kabul, en Afganistán, que mató al emir de Al Qaeda, Ayman al Zawahiri”, afirmó el presidente, que habló desde las afueras de la Casa Blanca, donde se recupera de un cuadro de COVID-19.
“Se ha hecho justicia y este líder terrorista ya no está”, dijo Biden en un discurso televisado.
Al Zawahiri fue abatido en la mañana del domingo en una residencia de Kabul, concretamente a las 6.18 hora local (1.48 GMT), cuando se encontraba en el balcón de la residencia en que se alojaba y un dron le disparó dos misiles Hellfire.
Según la Casa Blanca, únicamente el líder de Al Qaeda falleció en la operación, y no hubo ningún daño colateral, ni tan siquiera los miembros de su familia que con él se alojaban, algo en lo que el propio Biden había insistido en varias ocasiones y que había puesto como una de las condiciones para proceder con el ataque.
Zawahiri, considerado el cerebro de los atentados del 11 de septiembre de 2001 que dejaron casi 3.000 muertos en Nueva York, se convirtió en jefe de la organización terrorista tras la muerte de Osama bin Laden en 2011 a manos de un comando estadounidense en Pakistán.
El Departamento de Estado ofrecía hasta u$s25 millones dólares en recompensa por cualquier información que condujera al arresto o condena del líder de Al Qaeda.
Este anuncio se produce casi un año después de la caótica retirada de las fuerzas estadounidenses de Afganistán, que permitió a los talibanes recuperar el control del país veinte años después de ser derrocados.