Un pampeano fue víctima de una estafa virtual, un delito que lamentablemente suma denuncias casi a diario. El episodio ocurrió hace unos días en un restorán de Potrero de los Funes, localidad turística de San Luis, adonde el hombre había concurrido a cenar en medio de una semana de descanso laboral. Presuntamente, la modalidad de la estafa electrónica fue mediante el “clonado” de la tarjeta de débito, maniobra que les permitió a los ciberdelincuentes llevar a cabo varias extracciones. El robo, que alcanzó los 150 mil pesos, salpicó también la cuenta de un tercero que el titular tenía asociada.
Una vez en Santa Rosa denunció el delito en la seccional Sexta, pero también en sede bancaria. Se trata de un cliente del Banco de La Pampa, entidad que se responsabilizó por el asunto y ya devolvió el 50 por ciento del total del dinero sustraído con la promesa de hacer efectiva a la brevedad la suma restante.
El perjudicado, un profesional de la salud de 50 años y oriundo de Doblas, relató a Diario Textual que todo sucedió muy rápido en un conocido bodegón de Potrero, un local gastronómico que funciona en la calle Los Paraísos, donde cenó en compañía de su pareja. Recordó que cuando les acercaron la cuenta entregó su tarjeta de débito al mozo que, en vez de arribar a la mesa con el Posnet para el débito automático correspondiente, se trasladó con el plástico al fondo del lugar desde donde retornó minutos más tarde. Se supone que en ese momento se habría cometido el ciberdelito. “Inocentemente cometí el error de darle la tarjeta y no exigir que me cobre en la misma mesa”, lamentó el doblense.
“Me copiaron los datos de la tarjeta y me crearon un Home Banking paralelo”, reveló a este diario el estafado, un trabajador de Salud Pública. Pero en medio de todo, recién advirtió la situación una vez en La Pampa, a las 48 horas posteriores. “Empecé a notar que me faltaba dinero, me puse a ver y advertí extracciones y pagos que no había realizado. Uno de los primeros movimientos lo hicieron para abonar una deuda por servicio de energía en Salta: estaba claro que algo no andaba bien”, recordó el perjudicado, sin ninguna relación comercial con la mencionada provincia norteña.
Una de sus primeras acciones fue denunciar lo sucedido en el banco, desde donde tampoco podían visualizar el destino de los fondos extraídos porque “caían a un pozo negro”. No obstante, al igual que el titular de la cuenta, veían y comprobaron las extracciones. “En el preciso momento en el que hablaba telefónicamente con un bancario veíamos en el Home Banking cómo me extraían siete mil pesos, una cosa de locos”, contó asombrado. “Para evitar que me sigan robando giré el dinero que aún me quedaba a la cuenta de un amigo”, reveló.
Constatado el delito virtual, con la presentación de la denuncia y una serie de pericias bancarias, la entidad crediticia restableció el Home Banking y la tarjeta del cliente, además de iniciar la devolución del dinero.