Una explosión en la calle comercial de Taksim Istiklal, situada en el centro de Estambul, dejó al menos 6 muertos y 53 heridos. El presidente turco Recep Tayyip Erdoğan calificó el suceso como un “vil atentado”.
“La explosión fue causada por un ataque con bomba. Los perpetradores del vil atentado serán castigados”, dijo el mandatario en una conferencia que brindó antes de su partida a la cumbre del G-20, que se llevará a cabo en Indonesia.
En tanto, el gobernador de la ciudad de Estambul, Ali Yerlikaya, a través de un posteo publicado en Twitter, aseguró que “según las primeras informaciones, seis personas perdieron la vida y 53 resultaron heridas en la explosión producida en la calle Istiklal. Los heridos ya están siendo atendidos”.
En marzo de 2016, se produjo una explosión similar en Turquía, también en la calle Istiklal. En ese caso, fue un atentado suicida reivindicado por el Estado Islámino, que acabó con la vida de un turista iraní y tres islarelíes, en la misma calle Istiklal.
Entre 2015 y 2017, Turquía fue víctima de una serie de atentados. Los principales responsables fueron el Estado Islámico, que había logrado echar raíces en Turquía desde su posición en Siria, y la guerrilla kurdoturca PKK, en guerra con Ankara después de la ruptura del proceso de paz anterior.
El mayor de los atentados se produjo en 10 de octubre de 2015 frente a la estación de tren capitalina. Dos explosiones atribuidas al IS dejaron 109 muertos y más de 500 heridos.