El presidente Alberto Fernández finalmente firmó el laudo a favor de La Pampa por la obra hidroeléctrica Portezuelo del Viento: antes de iniciarse los trabajos, se deberá avanzar con un estudio de impacto ambiental integral. En los hechos, como ya se había adelantado cuando el presidente anunció en mayo que iba a atener los reclamos pampeanos, significa el fin de la iniciativa que impulsaba Mendoza. Una decisión de enorme impacto político para La Pampa.
El gobernador Sergio Ziliotto resaltó el laudo presidencial. “La lucha los pampeanos dio sus frutos. El laudo del Presidente pone fin a la aventura de Mendoza de apropiarse del Río Colorado en contra de la soberanía hídrica de La Pampa, Buenos Aires, Rio Negro y Neuquén”, dijo.
“El proyecto tiene inviabilidad técnica y económica, pero, fundamentalmente la resistencia de las otras cuatro provincias que conforman el Coirco”, manifestó el mandatario pampeano.
La pelea por la construcción de la represa Portezuelo del Viento en los términos arbitrarios que planteaba Mendoza se desarrolló tanto en terreno judicial como político.
Desde un principio, y con el antecedente del ecocidio causado por Mendoza por el corte del río Atuel, La Pampa planteo desde múltiples aspectos técnicos, ambientales y humanitarios las objeciones al proyecto.
Esta fue una postura de administraciones provinciales anteriores, principalmente durante la gestión de Carlos Verna.
Mendoza se había negado terminantemente a un estudio integral de la cuenca del río Colorado para establecer el impacto ambiental que acarrearía Portezuelo. Para la provincia cuyana, alcanzaban con estudios que ya se hicieron, pero que La Pampa tachaba de incompletos y con gruesos errores.
Por eso La Pampa, Neuquén, Río Negro y Buenos Aires, en el ámbito del Comité Interjurisdiccional del Río Colorado (Coirco), habían aprobado el 26 de junio de 2020 avanzar con un nuevo estudio de impacto. En ese marco, Mendoza pidió un laudo presidencial .
El gobernador cuyano Rodolfo Suárez ya había adelantado que, si el presidente laudaba a favor de La Pampa, se caía directamente Portezuelo.
La obra se pretendía construir sobre el río Grande, principal tributario del Colorado. Iba a alcanzar los 185 metros de altura, lo que la llevaría a ser una de las más grandes del planeta.
Asimismo, una vez finalizada la construcción, iba a aumentar la superficie de riego para producción agrícola y ganadera, y crearía un nuevo polo turístico.
La Pampa y las otras tres provincias de la cuenca se resistían a esta obra porque, descontaban, afectaría el caudal y la calidad de agua del río Colorado. Además, repetían, con los actuales registros hídricos nunca podrían llenar la represa.