A una semana de que Luiz Inácio Lula da Silva asumiera su tercer mandato como presidente de Brasil, un grupo de simpatizantes del mandatario saliente Jair Bolsonaro, quien no reconoció nunca la derrota, rompió el vallado de la Policía Militar e invadió el edificio del Congreso Nacional. Los manifestantes se concentraron en el Cuartel General del Ejército, en Brasilia, y descendieron hacia la Esplanada de los Ministerios este domingo por la tarde.
Los militantes entraron también al edificio de la Suprema Corte de Brasil (STF). Protestan contra Lula da Silva y reclaman la intervención de las Fuerzas Armadas, en otras palabras, quieren un golpe de Estado. Los grupos pro Bolsonaro están integrados por militares, exmilitares, y extremistas de derecha que, desde la derrota electoral, claman por un golpe de Estado. Hoy entraron con pancartas pidiendo la intervención de las fuerzas armadas. También hay versiones de que ingresaron al Planalto, el Palacio de la presidencia de la Nación.
Los edificios se encuentran en la plaza de los tres poderes.
Más temprano, el ministro de Justicia, Flávio Dino, dijo que había hablado con los gobernadores sobre los actos antidemocráticos que ocurren en todo el país y dijo que esperaba que la policía no necesitara actuar para contener los actos violentos de estos grupos. Pero hubo un choque con la Policía Militar cuando los manifestantes, vestidos de verde y amarillo (los colores de la bandera nacional), voltearon las vallas y entraron al edificio.
Las imágenes recordaron a la toma del Capitolio en Estados Unidos el 6 de enero de 2020 cuando Donald Trump no aceptó la derrota contra Joe Biden, motivo por el cual un comité del Congreso lo está investigando.