El Centro para el Estudio y Conservación de las Aves Rapaces en Argentina (Cecara), de la Universidad Nacional de La Pampa, resaltó que en 2022 alcanzó el “récord” de detección y monitoreo de 22 nidos de águila coronada en La Pampa, Mendoza, San Luis y Santa Fe.
La actividad se enmarca en el proyecto “Ecología y conservación del águila coronada en ambientes semiáridos de Argentina”.
“Una de las actividades que realizamos es la búsqueda y seguimiento de territorios y nidos de esta especie amenazada a través de todo el país. En los últimos años hemos recorrido las principales regiones semiáridas de Argentina, incluyendo las provincias de La Pampa, Mendoza, San Luis y Santa Fe, alcanzando el récord de 22 nidos activos durante la temporada reproductiva 2021-2022”, comunicó.
“El desarrollo y los logros del proyecto serían impensables sin el apoyo de múltiples ONG’s, y son el fruto de un incansable trabajo colaborativo de nuestro equipo con actores locales y regionales, a los que agradecemos inmensamente su ayuda en nuestra investigación y su compromiso por la conservación de la especie. ¡Aún queda mucho por hacer!”, agregó.
El águila coronada es el ave rapaz de mayor tamaño que habita los ambientes áridos y semiáridos de la Argentina, con una distribución que se extiende desde el sur de Brasil, Paraguay y Bolivia hasta el norte de la Patagonia Argentina. Su distribución original incluía también a Uruguay, donde la especie se considera localmente extinta desde el año 1930.
Se encuentra categorizada como en “peligro de extinción” a nivel internacional por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), con una población global estimada en menos de 1000 individuos reproductores y tendencias poblacionales negativas (Birdlife International, 2021). A nivel nacional, se categoriza con similar nivel de riesgo de extinción (MAyDS y AA, 2017) y se ubica en el apéndice II de CITES (Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Flora y Fauna Silvestre), consideración que implica un estricto control de los organismos gubernamentales en lo que respecta a su comercio o captura.
En nuestro país, indica el Cecara, hay dos factores fundamentales que se han identificado como causantes del declive poblacional y que se suman a las características demográficas particulares de la especie: la pérdida del hábitat y la alta mortalidad de individuos como consecuencia de las actividades humanas.
La alta mortalidad que experimenta se conjuga fatalmente con características demográficas propias de la especie que determinan su alto riesgo de extinción. Cría cada uno o dos años, completando una puesta de un único huevo por intento reproductivo. Por otra parte, de aquellas parejas reproductoras que intentan criar cada año, solo la mitad logra hacerlo con éxito.
Diversas acciones se han llevado adelante en distintas provincias del país para lograr una mayor visualización de la problemática que enfrenta el águila coronada. Sin ir más lejos, en el año 2006 el guión del documental titulado “El águila que llora” fue galardonado por el Instituto Nacional de Artes Audiovisuales (INCAA) en el marco del concurso audiovisual “Veamos”.
Ese documental se emplea en actividades de extensión y educación en escuelas rurales del centro-oeste de la provincia de La Pampa.
En septiembre de 2013, y en el marco de la Reunión Argentina de Ornitología celebrada en la ciudad de Santa Rosa (La Pampa), se anunció el programa de “Conservación del águila coronada en la provincia de La Pampa”, llevado adelante por la Dirección de Recursos Naturales de nuestra provincia con el aporte de docentes e investigadores del Centro para el Estudio y Conservación de las Aves Rapaces en Argentina (Cecara) de la UNLPam y del Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (Conicet).