El juicio por el crimen de Lucio Dupuy, cometido el 26 de noviembre de 2021 en Santa Rosa, tendrá su primera definición el 2 de febrero próximo, cuando el Tribunal de Audiencia determine la autoría y responsabilidad penal de la madre del niño, Magdalena Espósito Valenti, y de su pareja, Abigail Páez, ambas acusadas y detenidas por el asesinato.
La jueza Alejandra Ongaro y los jueces Andrés Olié y Daniel Sáez Zamora encabezarán a las 12 horas de ese día la audiencia de cesura, en la que resolverán si las acusadas son “culpables” o “no culpables” del delito de “homicidio calificado y abuso sexual ultrajante”.
La pena no se dará a conocer ese día, sino en una audiencia posterior, aunque si el tribunal acepta los argumentos del Ministerio Público Fiscal (MPF), la única que les corresponderá a las acusadas es la de prisión perpetua, lo que hará irrelevante la segunda parte del juicio de cesura. En caso de que el Tribunal valorara las pruebas de otra manera, tiene 15 días para dar a conocer la sentencia.
Lucio (5) fue asesinado a golpes el 26 de noviembre de 2021 en la vivienda de la calle Allan Kardec al 2300 de la ciudad de Santa Rosa, donde residía con su madre y la pareja de ella.
Su mamá, Espósito Valente, fue acusada por el equipo de fiscales integrado por Walter Martos, Verónica Ferrero, Mónica Rivero y Máximo Paulucci, de los delitos de “abuso sexual gravemente ultrajante con acceso carnal, agravado por haber sido cometido por la ascendiente (progenitora), con el concurso de dos personas y aprovechando la convivencia con la víctima menor de 18 años, todo como delito continuado; en concurso real con homicidio calificado por ser la ascendiente, por ensañamiento y alevosía”.
A Páez, en tanto, el MPF le imputa el “abuso sexual gravemente ultrajante con acceso carnal, agravado por haber sido cometido por la guardadora, con el concurso de dos personas y aprovechando la convivencia con la víctima menor de 18 años, todo como delito continuado; en concurso real con homicidio calificado por ensañamiento y alevosía”.
Ambas declararon en las jornadas del juicio, que se desarrolló a puertas cerradas porque se ventilaron delitos de abusos sexuales. Estas son las principales declaraciones de las imputadas:
-“Yo sólo quiero aclarar que teníamos una vida normal. Lucio era un nene feliz y estaba contento de estar conmigo. Él quería estar conmigo porque ya había pasado un tiempo lejos mío y él me decía -que quería estar conmigo”. (Magdalena Espósito Valenti)
-“Yo nunca tuve problemas con Cristian (Dupuy, padre de Lucio) más allá de que él me haya violentado física, psicológica y económicamente. Yo jamás lo odié, ni tuve un problema con él. Cuando terminamos nuestra relación lo tomé como que había terminado la relación y nada más. Es más, siempre le reclamé que él se preocupara por su hijo y se ocupara de su hijo, que cumpliera su rol como padre”. (Magdalena Espósito Valenti)
-“Con respecto a sus abuelos, lo mismo. Yo nunca tuve problemas con ellos ni se lo negué (a Lucio) a nadie. Jamás tuve ningún inconveniente con que lo vean ni nada de eso. Las veces que han venido para Santa Rosa siempre lo pudieron ver. Nunca puse ningún impedimento para que lo pudieran ver. (…) Si no tuvieron más contacto con él, fue porque no se interesaron”. (Magdalena Espósito Valenti)
-“Sinceramente esto es algo que me hace mal y, por más que en este momento yo no esté llorando y que seguramente a muchos le parezca mal, yo me mentalicé para, en este momento, ser lo más fuerte posible y hablar lo más claro que pueda para que se entienda. Pero yo a Lucio lo lloro en privado. Me parece que es más humano así que venir a llorar acá delante de todas estas personas que no me conocen y que no lo conocían a Lucio y que dijeron un montón de cosas con respecto a mí, y a mi supuesto rechazo a la maternidad. Yo me ocupaba de él”. (Magdalena Espósito Valenti)
-“Cuando llegué a la casa, lo vi a Lucio que se estaba mandando un moco. No importa qué, porque no viene al caso. Entonces lo tomé del brazo y le pegué varias pataditas en la cola. Fue todo muy rápido, no se. Le pegué y no medí donde la verdad, ni sé por qué tampoco”. (Abigail Páez)
-“No le encuentro una explicación todavía. Sé que lo lastimé, me di cuenta en el momento e intenté remediarlo. Luego, lo alcé y lo llevé a la ducha porque pensé que iba a reaccionar. Él intentaba hablar, estaba consciente todavía. Se bañó parado. El me intentaba hablar, como para decir algo, pero no le salían las palabras”. (Abigail Páez)
– “Cuando estábamos en la ducha, él se estaba bañando parado. Como vi que se estaba debilitando o desvaneciendo, no sé, lo saqué de la ducha, lo tapé con su toallón y lo llevé a mi pieza. Después lo senté en la cama y me fui a buscar ropa a su pieza para cambiarlo, lo más rápido posible porque era una situación muy desesperante en la que no sabía cómo reaccionar, ni que hacer para que él se recomponga”. (Abigail Páez)
-“Cuando voy a buscar ropa para cambiarlo escucho un golpe y cuando vuelvo lo veo que están él estaba tirado en el piso, sin reacción. De cara al piso. Ni siquiera había apoyado las manos. Como si estuviese desmayado, no sé. Entonces yo por el mismo temor lo toqué con el pie para ver si reaccionaba y vi que no tenía respuesta de él, entonces me acerqué y lo di vuelta, lo puse boca arriba”. (Abigail Páez)
-“Le intenté hacer RCP. No sé si lo hice bien o mal o si pudo haberlo lastimado más porque no sabía cómo hacer la maniobra como correspondía. En ese momento, lo levanté a upa y traté de ponerlo en mi hombro para que estuviera bien acomodado y no se me cayera. En ese momento el vómito cuando estábamos por salir de casa, no sé si en el comedor. Largó como una bilis, un vómito transparente. Y nada, después lo lleve a la salita. Ahí llegamos al hospital y me dijeron que había fallecido, que no tenía vida”. (Abigail Páez)
-“Todo lo que puedan decir de mi es horrible, por eso le pido perdón a las personas se hayan sentido tocadas por el tema y por toda esta situación, y que lo lloran y lo extrañan como me pasa a mi y a su mamá -acotó-. Y también quiero pedirles disculpas a mi familia y a mi mamá porque le fallé, porque ella no me enseñó estas cosas. No sé realmente lo que pasó, tengo muchas lagunas en la cabeza, y si no conté detalles es porque estoy muy traumada. Sé que él (por Lucio) me perdonó. Ojalá yo me pueda perdonar”. (Abigail Páez)