Vecinos marcharon por las calles de Doblas, en reclamo para que la condenada por el abuso sexual a su hija vaya a la cárcel.
El caso fue publicado por Diario Textual la semana pasada. El juez de audiencia santarroseño Andrés Olié condenó una mujer de 38 años a tres años de prisión en suspenso por el delito de abuso sexual simple -es decir, toqueteos– contra su propia hija. El magistrado la declaró autora del delito de abuso sexual simple, en perjuicio de una persona menor de 13 años, agravado por haber sido ejecutado contra su hija, como delito continuado. En cambio la absolvió de la acusación de suministro de material pornográfico a una menor de 14 años.
Familiares de la niña dijeron que la condena les provocó bronca: según dijeron, la niña declaró que la mujer la violó y que le suministró material pornográfico. Eso, de hecho, solicitó en el juicio la Fiscalía. Pero para el magistrado solo se pudieron probar los tocamientos.
En la parte resolutiva, el juez le impuso a la madre el cumplimiento de reglas de conducta durante tres años (fijar domicilio, presentarse mensualmente ante el Ente de Políticas Socializadoras, no acercarse a menos de 200 metros del domicilio de su hija, y no tener ningún tipo de contacto con ella. Olié además ordenó el cese inmediato de la prisión preventiva de la acusada y la sustituyó por la obligación de fijar domicilio, presentarse mensualmente en la comisaría de la localidad donde vive y no acercarse ni contactarse con la víctima.
