El diputado nacional y candidato a gobernador Martín Berhongaray (Juntos por el Cambio, radicalismo) presentó en el Congreso nacional un pedido de informe a Nación y cuestionó el Índice de Vulnerabilidad Social (IVS) que empezó a crear y mediar La Pampa, por fuera del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec). “Lo sucedido es de una gravedad institucional significativa. Venimos de una triste experiencia en nuestro país respecto a la transparencia en torno a indicadores clave, como son las cifras de pobreza e indigencia”, expresó.
El martes, el ministro de Desarrollo Social de La Pampa, Diego Álvarez, presentó las mediciones que el IVS realizó a partir del relevamiento de 1000 familias de la ciudad de Santa Rosa y de su vecina ciudad Toay, que arrojó que la población bajo línea de pobreza en ese conglomerado urbano, al agregarle ingresos por programas sociales, es 15,2%, y que la indigencia, también contemplando esas políticas, es de 3,7%.
Medios porteños cuestionaron estos números al colocarlos en contraste con las estadísticas realizadas por el Indec, que había dado un índice de pobreza de 36,5% en la provincia durante el primer semestre. Hoy, incluso, se dieron a conocer los datos del segundo semestre de 2022: la pobreza trepó al 41,7%.
El gobernador, al ser consultado, explicó que el IVS de La Pampa es otra medición, distinta a la del Indec. El IVS incluye los ingresos por programas sociales. Concretamente, expresó, se basa en el programa provincial Pilquén para poder “medir la eficiencia” de “la fuerte inversión en programas alimentarios” que llevó a cabo la administración provincial.
A través del programa Pilquén, que se implementa desde la gestión del exgobernador Carlos Verna, se creó un registro único de beneficiarios de programas sociales que permite fijar prioridades en las políticas sociales, producir reportes y hacer un seguimiento en la aplicación de las iniciativas. “El Indec hace una medición a efectos estadísticos, nosotros hacemos una medición a efectos de control de gestión. No tengo dudas sobre datos del Indec, es algo distinto, un índice paralelo, y lo hacen los organismos nacionales. Creamos ese índice para tomar decisiones y controlar la gestión”, subrayó Ziliotto. Incluso dijo que otras provincias, como Córdoba, tienen un índice similar.
La crítica de Berhongaray
Berhongaray, en su proyecto, recordó que la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) realizada por el Instituto Nacional de Estadísticas y Censos indaga la incidencia de la pobreza contemplando el ingreso total familiar promedio en relación a la canasta básica total, y en caso de la indigencia, considerando la canasta básica alimentaria. Otros indicadores claves dan cuenta de la situación del mercado de trabajo, como es el caso de las tasas de actividad, ocupación y desocupación. Los resultados de la encuesta se presentan según escala nacional, en base a 31 conglomerados de todo el país, y a escala regional.
“En el caso concreto que nos trae a referencia, es decir, los resultados correspondientes a la región pampeana, y en especial, al conglomerado Santa Rosa-Toay, provincia de La Pampa, en lo referido a pobreza e indigencia, los últimos datos disponibles del INDEC correspondientes al primer semestre de 2022, reflejan 35,9 % de la población bajo la línea de pobreza y 13,2% de indigencia. Datos más que preocupantes, considerando las cifras del período anterior, comparando además los correspondientes al resto de la región y a nivel nacional”, dijo, antes de conocerse los datos del segundo semestre de 2022.
“Recientemente -prosiguió- el Poder Ejecutivo de La Pampa anunció su propio índice de pobreza e indigencia, el Índice de Vulnerabilidad Social-IVS, el cual, según se informa, ha sido elaborado durante el segundo semestre del 2022 por distintos organismos, sin la participación de la Dirección de Estadísticas y Censos provincial, área que reporta ante el INDEC, sobre una muestra de apenas 1000 hogares de las localidades de Santa Rosa y Toay. Los resultados aparentan mejorar las cifras del INDEC, obteniendo porcentajes llamativamente más bajos. Sin embargo, la situación real sigue siendo la misma: 35,9% de pobreza y 13,2% de indigencia, conforme la metodología validada por el INDEC”, expresó.
“Para el caso de pobreza, los datos del IVS sin la participación de la Dirección de Estadísticas y Censos provincial, área competente, sorprendentemente indican un 17,4% considerando ingresos declarados y un 15,1% computando transferencias directas de programas sociales nacionales y provinciales. En el caso de indigencia un 8,4%, teniendo en cuenta ingresos declarados y 3,7% con programas sociales, guarismos estos muy alejados de los relevados por la Encuesta Permanente de Hogares”, dijo.
“Al parecer, la creación de este índice paralelo, según informan los medios, tendría su origen en la disconformidad del gobierno provincial con los datos difundidos por el INDEC a mediados del 2022. En el mes de abril el Ejecutivo pampeano puso en marcha el RAFE, Refuerzo Alimentario Focalizado Extraordinario, para hacer frente a las alarmantes cifras de pobreza e indigencia existentes (33,3 % y 13,8%, respectivamente). Sin embargo, el informe del INDEC correspondiente al primer semestre del 2022 reveló muy poca variación en los porcentajes de pobreza e indigencia respecto al anterior, situación que motivó al gobierno provincial a diseñar su propio indicador paralelo”, manifestó.
La elaboración del Índice de Vulnerabilidad Social -dijo- contó con el aporte de los ministerios de Desarrollo Social, de Salud y la intervención del ministerio de Conectividad y Modernización de La Pampa; sin que haya participado la Dirección de Estadísticas y censos provincial, organismo competente a estos efectos, que reporta al INDEC.
“Mutación”
“Traigo a consideración esta mutación en la elaboración de un índice paralelo porque considero que lo sucedido es de una gravedad institucional significativa”, expresó el radical. “Venimos de una triste experiencia en nuestro país respecto a la transparencia en torno a indicadores clave, como son las cifras de pobreza e indigencia. Datos indispensables para el diseño y evaluación de políticas públicas destinadas a los sectores más vulnerables de la sociedad, que demandan mayores urgencias y a la vez nos interpelan fuertemente a quienes integramos los distintos poderes del Estado. Resulta de vital importancia fortalecer el Sistema Estadístico Federal, sin injerencia de áreas políticas, con indicadores sociales y económicos sólidos y consensuados entre las provincias y la Nación, construidos en base a relevamientos y metodologías reconocidas y validadas técnicamente, idóneas y confiables”, finalizó.