La Consultora de la Universidad Nacional de La Pampa presentó este viernes el informe sobre “daños y escenarios de caudales ambientales del río Desaguadero-Salado-Chadileuvú-Curacó” que elaboraron los técnicos José Gobbi y Pablo Dornes, en el marco del convenio firmado con el Gobierno provincial.
La presentación se hizo en el marco del Día Nacional del Agua. Estuvieron la vicerrectora a cargo del rectorado María Ema Martín, el secretario de Recursos Hídricos Néstor Lastiri, el ministro de Gobierno, Ariel Rauschenberger y la fiscala de Estado Romina Schmidt.
El equipo de la Unlpam trabajó sobre cinco escenarios de caudal ambiental: el escenario 1, que corresponde a la situación actual de la cuenca; el escenario 2, que contempla una conexión intermitente y parcial del río Atuel con el Salado-Chadileuvú; un escenario 3 en sintonía con la resolución de la Corte Suprema de Justicia que dispuso el ingreso a La Pampa por el cauce del Atuel de un caudal mínimo y permanente de 3,2 metros cúbicos por segundo; el escenario 4, que implica la activación de todo el sistema hasta las lagunas de Puelches, con derrames intermitentes hacia el río Colorado, y un escenario 5, que sería un escenario de inundación asociado a eventos «El Niño».
“Este estudio pretende establecer pautas y estrategias de gestión de los usos del agua, en base a las cuales sea posible disminuir la vulnerabilidad social y ambiental que caracteriza a dicha cuenca”, explicaron desde la Secretaría de Recursos Hídricos.
La intención de la provincia es sumar este estudio a la estrategia judicial contra las provincias aguas arriba que generaron el corte del río.
El Salado fue un río caudaloso. Hace 10 años tenía un caudal de entre 20 y 30 m3/seg, pero hoy prácticamente no corre en La Pampa. El motivo del corte fueron las obras inconsultas que se han hecho aguas arriba.
La situación del Salado se compara a la del Atuel, a raíz de una serie de represas y otras obras ubicadas en San Juan, Mendoza y San Luis, que mermaron el ingreso de agua al oeste.