Boca Juniors acumuló la tercera derrota consecutiva en la Liga Profesional luego de perder sobre el final contra Estudiantes de La Plata por 1 a 0 en el primer partido con su nuevo DT Jorge Almirón en La Bombonera.
El veterano goleador Mauro Boselli, formado en Casa Amarilla, decretó el triunfo visitante con una espectacular tijera dentro del área a los 40 minutos del segundo tiempo.
La caída significó también la tercera en fila en La Bombonera, donde el público despidió al equipo con silbidos. Desde el Campeonato Metropolitano 1971 que no se registraba una racha negativa semejante de local.
Boca buscará cortar con esa tendencia el martes próximo cuando reciba a Deportivo Pereira de Colombia en la segunda fecha del Grupo F de la Copa Libertadores.
Cuando parecía que la igualdad en cero castigaba el mal partido de equipos, Boselli reglamentó la “ley del ex” con un gran recurso de definición que no tuvo la mejor respuesta de “Chiquito” Sergio Romero.
El «Pincha», rival de Tacuary de Paraguay en La Plata, el martes próximo por la Copa Sudamericana, volvió a ganar en el estadio Alberto J. Armando después de 15 años.
Boca inició el partido con siete cambios en relación a la anterior derrota con San Lorenzo pero no jugó bien y lo pagó en la agonía del partido. No le alcanzó la aparición del prometedor Valentín Barco, tampoco con la vuelta del “Changuito” Exequiel Zeballos tras dos meses ni con el ingreso de Sebastián Villa, quien aportó un poco más de profundidad.
Otra vez el último campeón argentino quedó en deuda con sus hinchas, no solo por una nueva derrota sino porque su nivel de juego no levanta y eso es lo que más preocupó a las 50.000 personas que ocuparon la Bombonera.
El primer tiempo fue para el olvido, con una sola situación de riesgo. Los visitantes plantearon el partido con una línea de cinco, dos volantes de marca, otro mixto, un media punta y Boselli arriba.
Ante este esquema, Almirón lo contrarrestó con un 4-4-2, esta vez sin extremos y con un doble nueve compuesto por Darío Benedetto y Miguel Merentiel.
El encuentro transcurrió con un trámite aburrido, que el público buscó transformar con su constante aliento, en especial al chico Barco (18), quien tuvo su primera vez con público en el mítico estadio “xeneize”.
A los 20 minutos, Juan Ramírez (lesionado) le dejó su lugar a «Pol» Fernández, pero nada vario en el mediocampo, donde solo el paraguayo Óscar Romero mostró una cuota de claridad.
Recién sobre el final del primer tiempo, un remate de Merentiel que pasó al lado del poste derecho del arquero Mariano Andújar generó algo de esperanza.
En la parte final, Amirón trató de darle más profundidad al ataque con Villa, el equipo tuvo sus mejores minutos del partido al comienzo de esa etapa pero no lo tradujo en el arco rival. Apenas registró un remate de Weigandt, bien tapado por Andujar.
A los 40 minutos, con un Boca impotente, llegó el golpe de gracia: Boselli se perfiló en un centro y ensayó una tijera que sorprendió al arquero abajo, sobre el palo derecho.
El equipo de Eduardo Dominguez se abrazó a tres puntos de oro y Boca se retiró envuelto en frustración, con el enojo de sus hinchas y el pedido de ganar “cueste lo que cueste” en el próximo compromiso copero.