El cohete Starship de SpaceX explotó el lunes sobre el Golfo de México, minutos después de despegar de una plataforma de lanzamiento en el sur de Texas. La nave espacial no alcanzó la órbita, pero no fue un fallo fatal.
Antes del lanzamiento, Elon Musk, fundador de la empresa, había moderado las expectativas, diciendo que podrían ser necesarios varios intentos antes de que Starship tuviera éxito en este vuelo de prueba, que debía alcanzar velocidades lo suficientemente rápidas como para entrar en órbita antes de amerizar en el Océano Pacífico, cerca de Hawai.
En Twitter, la compañía dijo que los equipos seguirían revisando los datos y trabajando para la “próxima prueba de vuelo”.
Unos minutos después del despegue, la nave Starship de SpaceX experimentó “un rápido desmontaje no planificado”. Fue en el momento en que el propulsor intentó separarse de la etapa superior cuando las cosas salieron mal. El propulsor empezó a dar tumbos y de repente desapareció.
A pesar del resultado, en la sede de SpaceX, se oyeron aplausos. Que el cohete saliera de la plataforma de lanzamiento fue considerado un gran éxito.
El Starship, de la compañía SpaceX de Elon Musk, es de acero inoxidable y tiene 33 motores principales y 16,7 millones de libras de empuje. Todos menos dos de los motores de primera etapa alimentados con metano se encendieron durante una prueba en la plataforma de lanzamiento en enero, lo suficientemente buenos como para alcanzar la órbita. Dada su fuerza, Starship podría cargar con hasta 250 toneladas y acomodar a 100 personas en un viaje a Marte.
La nave espacial de seis motores abarca 50 metros de su altura. SpaceX anticipa usar Starship para lanzar satélites a la órbita terrestre baja, incluidos sus propios Starlinks para el servicio de internet, antes de enviar a una persona. Starship eclipsa fácilmente los cohetes lunares de la NASA: el Saturn V de la era del Apollo y el Sistema de Lanzamiento Espacial del programa Artemis que registró su primer viaje lunar a fines del año pasado. También supera al cohete lunar N1 de la antigua Unión Soviética, que nunca pasó de un minuto de vuelo y explotó sin nadie a bordo.