Investigadores del Centro para el Estudio y Conservación de las Aves Rapaces en Argentina (Cecara), de la Universidad Nacional de La Pampa, han registrado nuevos incidentes de mortalidad masiva de aves rapaces por causa de la electrocución en tendidos eléctricos.
Estos nuevos incidentes se registraron en la Villa Turística Casa de Piedra y zonas aledañas en el sur de la provincia de La Pampa, con un estimado de 40 individuos de distintas especies de aves rapaces afectadas por este factor de mortalidad.
La mayor parte de las aves afectadas fueron águilas moras juveniles, probablemente individuos provenientes de sus áreas de cría en la cordillera Andina.
La mayor parte de las aves afectadas fueron águilas moras juveniles (foto de M. Flores)
Además del impacto que tiene sobre las poblaciones de especies silvestres, la electrocución de aves en tendidos eléctricos supone también un riesgo ambiental aún mayor dado que, en condiciones de altas temperaturas y baja humedad relativa propios de los meses de primavera y verano en esta región, las aves electrocutadas pueden combustionar al instante, provocando incendios forestales a partir de estos incidentes. En Estados Unidos, por ejemplo, 44 de los incendios forestales registrados entre 2014 y 2018 se iniciaron por aves electrocutadas en tendidos eléctricos.
Ya han contabilizado unas 300 águilas y aguiluchos muertos por los cables de electricidad (foto de M. Flores).
Sumados a los registros realizados en los últimos años, los investigadores del CECARA ya han contabilizado más de 300 águilas y aguiluchos electrocutados en la provincia, incluyendo entre ellas a más de una decena de águilas coronadas (Buteogallus coronatus). Esta especie, categorizada como en Peligro de Extinción por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN) y con una muy reducida población mundial estimada en menos de mil individuos adultos, tiene en la provincia de La Pampa una de las áreas prioritarias para su conservación en nuestro país, siendo la electrocución en tendidos eléctricos una de sus principales amenazas.
Los primeros casos de electrocución de águilas coronadas en La Pampa fueron registrados en el año 2013. Sin embargo, y a pesar del tiempo transcurrido y la evidencia sobre la problemática ambiental que representan las líneas eléctricas para las aves y el ambiente, los entes públicos del sector eléctrico continúan sin considerar el empleo de diseños y materiales que no impliquen riesgo de electrocución para las aves, a pesar de los reiterados pedidos realizados por científicos del propio CECARA y por una veintena de ONG’s de todo el país entre las que se incluyen Aves Argentinas, la Fundación Ambiente y Recursos Naturales y la Fundación Biodiversidad, entre otras.