Finalmente fueron encontrados con vida los niños perdidos hace más de un mes en la selva del Guaviare y el Caquetá (Colombia). Se trata de los menores Lesly Mucutuy, de 13 años; Soleiny Mucutuy, de 9 años; Tien Noriel Ronoque Mucutuy, de 4 años; y Cristin Neriman Ranoque Mucutuy, el bebé que cumplió un año estando en la selva.
Los menores están siendo atendidos por los militares, quienes los están hidratando, pues según informaron las autoridades, están deshidratados y tienen algunas infecciones. La salud de los niños se vio afectada, como era de esperarse, por cuenta de los 40 días que pasaron recorriendo la selva virgen del Guaviare.
“Están débiles. Están en San José del Guaviare”, fueron las primeras declaraciones del presidente Gustavo Petro, quien agregó que están a la espera de un parte médico oficial que indique si los niños deben ser trasladados a un hospital de Villavicencio o de Bogotá.
Los pequeños indígenas se extraviaron el pasado 1 de mayo, luego de que la avioneta en la que se movilizaban junto a su madre, Magdalena Mucutuy, se accidentara.
Magdalena, de 33 años, y Herman Mendoza Hernández y el piloto de la aeronave, Hernando Murcia fallecieron en el lugar del siniestro, mientras que los menores sobrevivieron e iniciaron una travesía por sobrevivir en la selva.
Los hermanos Mucutuy hacen parte de una comunidad indígena del resguardo Los Monos, en Puerto Zábalo, a cuatro horas en lancha de Puerto Santander, Amazonas, y pertenecen a la etnia huitoto. Su padre, Manuel Miller Ranoque Morales, es familiar del gobernador del resguardo, pero huyó hace algunos meses de la región por amenazas de las disidencias de las Farc.
De hecho, el día del accidente los menores viajaban junto a su madre y otro miembro de la comunidad para reunirse con Manuel en Bogotá.
Aunque se desconoce cómo sobrevivieron los menores, la hipótesis que se maneja es que Lesly Mucutuy, de 13 años, sería quien guió a sus hermanos en la selva, pues no sólo es la mayor de los cuatro, sino que, además, es quien tiene más conocimientos sobre la selva.
De hecho, el pasado 19 de mayo, el diario E Tiempo entrevistó a Edwin Paky, uno de los líderes indígenas que encabezaban la búsqueda, quien explicó que los niños podían sobrevivir con la guía de su hermana mayor, gracias a que ella reconocía cuáles frutos eran comestibles.
“La hermana mayor es quien los está coordinando. Hay una especie que está ahorita de cosecha, se llama juan soco o avichure (similar al maracuyá), cuando los animales lo consumen, golpean otra rama y caen algunos al piso. Alrededor de un árbol de eso, más o menos de un kilómetro y medio del punto donde cayó la avioneta, ellos estuvieron como buscando pepa ahí para consumir”, relató en aquel entonces Paky.
Además, detalló que en la zona hay otras especies como madroños y cacaos, de las que probablemente se estaban alimentando los menores.
“Ellos van mirando y lo que van encontrando, van consumiendo porque ellos identifican qué es comestible”, aseguró en su momento Edwin Paky.
Ahora, toda Colombia tiene la fe puesta en que los niños se recuperen y se encuentren con su padre y su abuela, quienes nunca perdieron la esperanza de encontrarlos con vida. Ya quedará tiempo para que le cuenten al mundo cómo sobrevivieron 40 días en una selva virgen.