El drama de tener que alquilar en Santa Rosa, una problemática sin solución de continuidad, pese a la política habitacional impulsada desde el Gobierno. La demanda sigue creciendo y la oferta va a la inversa, se retrae, en medio de cuestionamientos hacia la ley de alquileres que parece no haber traído las soluciones de fondo esperadas y que motorizaron su sanción hace un tiempo.
De acuerdo al presidente de la Cámara Inmobiliaria de La Pampa, Pedro Arpigiani, la normativa de los alquileres (27551) vino a darle un “golpe final” a un mercado que ya venía complicado. Consideró que la ley se pergeñó a partir de un desequilibrio que se daba entre una marcada falta de oferta y una alta demanda. “Ese desequilibrio se buscó disimular o administrar a través de la legislación que terminó motivando efectos contrarios a los pretendidos. Fue la génesis de una contracción mayor y el efecto contrario al que se pretendía, profundizando la disminución de la oferta y la demanda a la que ya se venía visualizando”.
“Vemos una situación que raya con la oferta 0 de alquileres en Santa Rosa”, advirtió el dirigente inmobiliario. A su entender, la amplitud de dos a tres años en la extensión de los contratos, en un país en el que lo que se incrementó es la incertidumbre hacia el futuro, promovió que los propietarios busquen salirse del negocio. “Entendamos que los alquileres son un negocio dado que nadie invierte para no ganar. Entonces, ante una rentabilidad muy baja, muchos intentan salirse o directamente pusieron a la venta sus inmuebles”, señaló.
Según su mirada, el otro punto que genera retracción es el incremento del valor del alquiler, basado en el Índice de Contratos de Locación (ICL), que regula el Banco Central, un cálculo que parece bastante equitativo para mantener el valor en el tiempo dado que toma inflación y variación salarial, aunque generó distorsión porque se aplica anualmente sin manera de emplearlo de otro modo. “Al aplicarse de manera anual, con la inflación actual del ciento por ciento, al segundo o tercer mes de la locación la pérdida del poder adquisitivo del locador es muy notoria”, dijo a Diario Textual.
Ejemplificó que si bien hoy, con los valores de las propiedades en baja en dólares y el precio del alquiler en alza por la escasez de oferta, la rentabilidad inicial de un contrato oscila entre el cuatro y cuatro y medio por ciento del valor del inmueble, el hecho de mantenerse fija la renta durante el año termina siendo de menos del dos por ciento. “Seguimos con la rentabilidad muy baja, como para tentar a cualquier ahorrista a meterse a invertir en propiedades para alquilar”, redundó.
En tanto, en este estado de cosas, según el martillero, las ventas “cayeron muchísimo” y sólo se dan operaciones en casos relacionados a disoluciones conyugales o cuestiones obligatorias por el estilo.